Investing.com – Después de años de calibrar la política monetaria para una economía con un crecimiento estable y moderado y una inflación contenida, si no insignificante, los economistas dicen que el banco central estadounidense afronta dos fuerzas desafiantes que pueden dificultar su trabajo.
El reconocimiento de ambas fuerzas por parte de la Fed fue evidente en las actas de la reunión del FOMC de junio.
Una de las preocupaciones es una guerra comercial, que podría afectar o incluso hacer descarrilar el crecimiento económico, dependiendo de su severidad.
La Fed dijo que la incertidumbre y los riesgos sobre la política comercial se habían “intensificado”, lo que aumenta el temor a un posible efecto negativo en la confianza empresarial y la inversión.
La otra preocupación es más convencional: el crecimiento económico se vuelve demasiado fuerte y dispara la inflación.
La Fed advirtió de que un periodo prolongado en el que la economía opera más allá de su potencial podría dar lugar a mayores presiones inflacionarias o a desequilibrios financieros que podrían conducir eventualmente a una significativa desaceleración económica.
Los economistas dicen que si cualquiera de estas amenazas se materializa, alterará la política de la Fed de graduales incrementos de los tipos de interés.
Y ello, dicen, aumenta la posibilidad de que la Fed haga o bien demasiado o bien demasiado poco para alcanzar el equilibrio correcto.