Lisboa, 27 feb (EFE).- El gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, restó importancia a las críticas recibidas por parte del primer ministro luso, António Costa, y de los partidos de izquierda que apoyan al Gobierno y aseguró que la institución mantiene su independencia y su autonomía.
"Si eso me incomodase significaría que no sabía vivir la autonomía y la independencia del Banco de Portugal", garantizó Carlos Costa en una entrevista publicada hoy por el semanario luso "Expresso".
El máximo responsable del regulador bancario luso calificó las críticas recibidas como un "pequeño incidente" y consideró que no existe ninguna razón para dimitir y no terminar su mandato, que acaba en 2020.
"Quien toma decisiones corre riesgos, pero como gobernador me he enfrentado a situaciones que no eran compaginables con la pasividad o con demoras para reaccionar. El gobernador da cuerpo a la institución", señaló Costa, que volvió a defender su gestión al frente de la entidad.
La gestión de Carlos Costa quedó entredicho después del colapso en 2014 del Banco Espírito Santo (BES), por aquel entonces la mayor entidad privada del país.
El anterior Gobierno, de cariz conservador, decidió el pasado verano renovar su mandato por otros cinco años, lo que provocó numerosas críticas por parte de la izquierda.
Tras la llegada de los socialistas al poder, en noviembre de 2015, Carlos Costa tuvo que hacer frente nuevamente a una situación complicada con la liquidación del Banif (LS:BANIF), que supondrá un coste para las arcas públicas de unos 3.000 millones de euros.
Este mismo mes, el primer ministro luso volvió a criticarle y censuró que el Banco de Portugal impedía dar una solución a los clientes que perdieron sus ahorros tras comprar papel comercial del BES -deuda a corto plazo que fue vendida como un producto de bajo riesgo-.