Río de Janeiro, 8 abr (EFE).- El indicador que mide el miedo de los brasileños a perder el empleo se disparó en el último trimestre y alcanzó en marzo su mayor nivel en los últimos doce años, en medio de malas noticias para la mayor economía de América Latina.
El llamado Índice de Miedo al Desempleo, medido trimestralmente por la Confederación Nacional de la Industria (CNI), subió desde 74,8 puntos en diciembre del año pasado hasta 98,8 puntos en marzo de 2015, según el sondeo divulgado hoy por la patronal.
El nuevo nivel es el mayor desde marzo de 2003 y supera en 25 puntos el medido en el mismo mes de 2014 (73,6 puntos) y en más de diez puntos el promedio histórico de este indicador (88,2 puntos), según la patronal de los industriales.
La subida del 32,1 % entre diciembre y marzo fue la mayor registrada en un trimestre desde que el indicador comenzó a ser medido, en 1999, según el sondeo de la CNI, que escuchó a 2.002 personas en 142 municipios entre el 21 y el 25 de marzo.
El mismo sondeo mostró que el llamado Índice de Satisfacción con la Vida de los brasileños bajó un 8,5 % entre diciembre (103,5 puntos) y marzo (94,7 puntos), cuando se ubicó en su menor nivel desde que comenzó a ser medido, igualmente en 1999.
Según las estadísticas oficiales, la tasa de desempleo se aceleró en Brasil en el último trimestre, desde el 4,3 % en diciembre hasta el 5,3 % en enero y el 5,9 % en febrero, cuando alcanzó su mayor nivel para este mes desde 2011.
El desempleo, que había caído a mínimos históricos el año pasado y era el indicador económico más festejado por el Gobierno, comenzó a crecer en medio de un clima de deterioro de la economía brasileña.
El Gobierno anunció este año un profundo ajuste fiscal, con la reducción de incentivos fiscales y el recorte de gastos, para hacer frente a la coyuntura negativa provocada por el estancamiento económico, la subida de la inflación interanual a su mayor nivel en diez años, la escalada del dólar a su mayor valor en una década y el déficit récord en las cuentas públicas el año pasado.
La economía brasileña sólo creció un 0,1 % el año pasado y los economistas proyectan para este año una contracción del 1,0 %.