Ginebra, 4 mar (EFE).- Unos 700.000 aficionados a los coches,
procedentes de todos los puntos del mundo, acudirán desde hoy y
hasta el próximo 14 de marzo, según los organizadores, a una de las
citas anuales ineludibles del sector: el Salón del Automóvil de
Ginebra.
La presidenta de la Confederación suiza, Doris Leuthard, inauguró
hoy la muestra en las salas del recinto ferial de Palexpo, donde se
congregan unos 250 expositores de más de 30 países y que representan
a alrededor de 700 marcas.
"Os lo voy a decir sin mala conciencia: me encanta conducir. El
automóvil y el placer de circular no forman parte aún, por suerte,
de los pecados capitales", declaró la presidenta suiza.
La también titular Economía no ocultó que la industria
automovilística ha sido "duramente golpeada" por la crisis
financiera y económica", pero se mostró confiada en que va a saber
adaptarse innovando.
La mayoría de apasionados del motor se acercaban hoy a la muestra
suiza con la intención de curiosear y deleitarse con los deportivos
más exclusivos e impactantes, mientras que otros, los menos, visitan
la feria para compilar información ante una eventual compra.
Algunos, llegados de otros continentes, como declaró a Efe el
egipcio Mohamed Hebetulleg, van al salón para ver los futuristas
prototipos que exponen las marcas, y que marcarán las líneas
maestras de la estética sus próximos vehículos.
Los pasillos de la muestra automovilística se encontraban a
rebosar de visitantes, principalmente hombres, portando cámaras de
fotos, y se agolpaban tras las barreras que les impedían alcanzar
los modelos más codiciados.
Estos coches giran sobre plataformas rotatorias para que todos
sus detalles queden al descubierto de los interesados, y para que
pueda apreciarse el encanto de su belleza desde todos los ángulos.
Los fabricantes compiten para atraer la atención hacia sus
pabellones, y para ello, resulta imprescindible que los modelos
deslumbren, pese al contacto de los asistentes.
Y para que los coches permanezcan siempre relucientes, varios
profesionales de las marcas trabajan constantemente con sus trapos y
bayetas, que deslizan sobre los cristales y la carrocería.
Otra manera de captar miradas, ante tanto público masculino,
consiste en escoltar los automóviles de esculturales azafatas, que
en algunos casos añaden gestos sugerentes a su atractivo.
Pero los fabricantes más admirados no necesitan más que sus
coches para concentrar a gran cantidad de fascinados
incondicionales, que sucumben ante cualquier novedad estética o
tecnológica.
Por ejemplo, Ferrari, que ha presentado un vehículo híbrido para
compensar las altas emisiones contaminantes de sus potentes
deportivos, y que en su presentación mundial en Ginebra ha dejado el
rojo habitual de la marca, para ataviarse de un verde que está a la
última moda en el sector.
Precisamente, de las más de 100 novedades que exhibe el salón
suizo, 60 guardan vínculo con la electrificación del vehículo.
Aunque el mundo del motor lleva varios años desarrollando coches
que permitan acercarse a una era post-petróleo, en esta octogésima
edición de la feria ginebrina se ha podido constatar que esta
tendencia ya ha alcanzado hasta a los fabricantes más lujosos, cuyos
potentes motores contaminan más que los modelos más frecuentes.
Porsche ha conseguido que su pabellón se convierta en uno de los
más concurridos gracias a un espectacular deportivo, el 918 Soyder,
que combina la propulsión térmica con la eléctrica.
No en vano, los coches más veloces han vuelto a los lugares
preferenciales de las casetas en esta jornada de apertura al gran
público, después de que en los días anteriores, dedicado a los
profesionales, los puestos de privilegio quedasen copados por las
apuestas tecnológicas de cada fabricante.
Los fabricantes de más renombre también intentan acercarse a gran
velocidad al público de menos recursos, y se han lanzado a presentar
modelos de un tamaño más reducido, como el Audi A1 o el Aston Martin
Cygnet, este último de una envergadura similar a la de un Smart.
En cambio, las marcas más exclusivas y artesanales, han optado
por seguir fascinando con sus fastuosos nuevos modelos, cuyo diseño
abarca tanto el espíritu clásico que ha mitificado a sus coches,
como una belleza en armonía con las preferencias de la actual época.
Prueba de ello se encuentra en la admiración que continúan
despertando los vehículos de fabricantes como Hispano-Suiza o
Bugatti.EFE