París, 17 jul (EFE).- La prioridad para la próxima reunión del
G20 es que las políticas contra la crisis permitan restablecer el
crecimiento económico, según el secretario del Tesoro de Estados
Unidos, Thimoty Geithner.
En sendas entrevistas a los diarios franceses "Le Monde" y "Les
Echos" publicadas hoy, Geithner dijo que hay que darse tiempo antes
de decidir si hace falta un nuevo plan de relanzamiento en su país y
que el modelo de crecimiento global tiene que estar más equilibrado
entre Estados Unidos y el resto del mundo.
Junto a las políticas de crecimiento, las otras prioridades para
el G20 programado en septiembre son "verificar que progresamos en la
reforma del sistema financiero" y realizar "cambios más profundos"
en las instituciones financieras internacionales para que la
vigilancia sea más rigurosa, indicó.
Sobre el modelo de crecimiento global, reconoció que "debe ser
más equilibrado y más estable", de forma que "los estadounidenses
ahorren más y que los otros países del mundo se orienten a un
desarrollo del que tire más la demanda interior".
A ese respecto, se felicitó de que se empieza a observar un
incremento del ahorro en su país, que a su juicio es "un cambio
duradero de los comportamientos".
Preguntado sobre la pertinencia de un nuevo programa de estímulo
para salir de la crisis, respondió que "todavía no ha llegado el
momento para tomar ese tipo de decisión", ya que el plan en vigor se
diseñó para un periodo de dos años y "su impacto más significativo
sobre la inversión se va a producir en la segunda mitad de este
año".
Y en cuanto al momento en que la economía estadounidense volverá
a crecer, recordó que en la mayor parte de las previsiones se augura
para el cuarto trimestre de este año.
Aseguró que nunca ha reprochado a los europeos no haber hecho
suficientes esfuerzos de estímulo, que han sido "sustanciales hasta
ahora", al tiempo que insistió en que "lo que importa es actuar
juntos".
El secretario del Tesoro señaló, con respecto a las nuevas primas
millonarias que se atribuyen los dirigentes de algunos bancos, que
"es difícil hacer cambiar a la gente", pero se tiene que hacer
entender que hay que cambiar para conseguir más estabilidad.
Para eso dijo que su intención es trabajar con el Congreso para
realizar "una reforma general del sistema financiero, garantizar
protecciones más eficaces para los consumidores y construir un
sistema financiero más estable" lo que "implica cambiar las
prácticas de remuneración para que sean más coherentes con los
riesgos que se asumen".
Frente a los reproches por inactividad ante la devaluación de la
divisa estadounidense, Geithner afirmó que su Gobierno está en favor
de "un dólar fuerte", que a su parecer va a seguir siendo "la
principal moneda de reserva".
No obstante, admitió que eso "da una responsabilidad particular a
Estados Unidos para mantener la confianza en nuestro sistema
financiero, reducir nuestro déficit presupuestario cuando la
recuperación esté encarrilada y confortar el balance positivo de la
Reserva Federal en materia de estabilidad de precios".
Defendió las pruebas de estrés que se han aplicado a los bancos
de su país porque con ellas se han obtenido muchas informaciones
sobre sus balances.
"Hemos forzado a los mercados y a los bancos a mirar hacia el
futuro", destacó, antes de añadir que "los mercados han podido
diferenciar más fácilmente" e inyectar capitales en el sistema
bancario, lo que se ha traducido en el reembolso al Tesoro de unos
70.000 millones de dólares.
Interrogado sobre si los europeos tendrían que adoptar ese mismo
tipo de pruebas, el secretario del Tesoro se mostró diplomático y
contestó que cree que "ha sido una estrategia eficaz para Estados
Unidos, pero cada Gobierno va a tener que tomar su propia decisión".
EFE