Santiago de Chile, 14 mar (EFE).- El Gobierno chileno expresó a las autoridades argentinas su "preocupación" por las trabas comerciales impuestas en el vecino país, en vísperas de la visita que su presidenta, Cristina Fernández, hará este jueves y viernes a Santiago.
"Ciertamente es un tema que nos preocupa, porque es un país amigo", señaló hoy a la prensa el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
Las quejas se refieren a la denominada Declaración Jurada Anticipada, que entró en vigor en Argentina el 1 de febrero de 2012 y obliga a todos los empresarios de ese país a presentar los datos referidos a las importaciones que van a realizar antes de emitir la orden de compra.
Según un comunicado oficial difundido hoy, el director general de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon) de Chile, Jorge Bunster, se reunió ayer con autoridades del Gobierno argentino para analizar este asunto y en las que "se les transmitió la preocupación del Gobierno chileno y el sector exportador".
En una reunión entre Bunster y el secretario argentino de Comercio Interior, Guillermo Moreno, se acordó "ir monitoreando caso a caso los efectos de las medidas" y el argentino "se comprometió a revisar un listado de casos que a la fecha presentan problemas".
Bunster también se reunió con el secretario argentino de Relaciones Exteriores, Eduardo A. Zuaín, al que subrayó la relevancia del comercio bilateral y "la importancia de seguir trabajando en coordinación" en asuntos de comercio exterior, incluido el G-20.
Las autoridades chilenas ya sostuvieron reuniones similares el pasado 9 de febrero en Buenos Aires.
En Chile, las quejas contra las medidas administrativas en Argentina han llegado desde el ámbito empresarial y político.
La Asociación de Exportadores de Manufacturas y Servicios (Asexma) de Chile solicitó ayer por carta al presidente, Sebastián Piñera, que trate este asunto con Cristina Fernández, y esa misma petición hizo hoy Víctor Pérez, dirigente de la oficialista chilena Unión Demócrata Independiente (UDI).
En 2011, las exportaciones a Argentina alcanzaron los 1.184 millones de dólares, mientras que las importaciones llegaron a 4.755 millones, lo que arroja un superávit comercial de más de 3.000 millones en favor de Argentina. EFE