San Juan, 17 jul (EFE).- El arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, se ha sumado a las voces que reclaman a Estados Unidos que preste una mayor atención a los problemas financieros de Puerto Rico y que autorice a la isla a acogerse a la Ley federal de Quiebras.
"Las víctimas de esta crisis no son ningún Gobierno, son mi pueblo", explica el religioso en una columna que publica hoy la revista Time, en la que reflexiona sobre las "trágicas" consecuencias de la "espiral mortal" en la que se encuentra la isla, tratando de atender las obligaciones de su deuda de más de 72.000 millones de dólares.
"Cerca del 80 % de los niños de Puerto Rico viven en áreas de elevada pobreza, frente al 11 % de media de EE.UU.", recuerda el arzobispo, que apunta que "la pobreza afecta al 44 % de la población" y recuerda por ejemplo que se tuvo que cancelar el servicio atención de emergencias en helicóptero en la isla por falta de fondos públicos.
"La deuda está trayendo muerte y sufrimiento para nuestro pueblo", afirma el religioso, que recuerda que, al no ser un país soberano, Puerto Rico no puede acudir a las ayudas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y, al no ser un estado más de EE.UU., no puede acogerse a la Ley federal de Quiebras.
En su escrito, evoca pasajes de la Biblia sobre el perdón de las deudas y defiende que "Puerto Rico necesita un alivio crediticio".
"Los acreedores de Puerto Rico deberían cancelar parte de la deuda, prolongar los plazos para las devoluciones y, cuando sea oportuno, invertir en los puertorriqueños", defiende como estrategia para generar "el tipo de crecimiento que beneficie a la ciudadanía y a los inversores".
Además, argumenta que el Congreso de EE.UU. debe permitir que las empresas públicas y municipios de la isla se declaren en bancarrota, una petición que cada vez cuenta con más apoyos, tanto dentro como fuera de la isla.
"Aunque no es una solución perfecta, la protección de la bancarrota proporcionaría un sistema más justo y transparente para resolver el problema de la deuda y crear el espacio fiscal que necesitamos para hacer crecer nuestra economía y servir a nuestro pueblo", explica en línea con lo defendido por el Gobierno y la oposición de la isla.
Recuerda que esta iniciativa es apoyada por los precandidatos presidenciales estadounidenses Jeb Bush y Hillary Clinton y afirma que "el Congreso debe aprobar esta legislación inmediatamente", al tiempo que defiende la conveniencia de crear "un tribunal internacional de quiebras" que ayude a proteger a "los más pobres y vulnerables" en todo el mundo.
Puerto Rico, un Estado Libre Asociado a EE.UU., no puede acogerse a la Ley federal de Quiebras, ya que dicha norma no considera a la isla como un estado más de la nación norteamericana.
Mientras, la Justicia federal insiste en ver inconstitucional una norma que el Gobierno local aprobó hace un año, conocida como "ley de quiebra criolla", para establecer su propio mecanismo de bancarrota.