Nueva York, 22 mar (EFE).- El ex presidente del Gobierno español
Felipe González defendió hoy que España ha sido víctima de la
divergencia de políticas económicas en la Unión Europea (UE) y que
necesita grandes "pactos nacionales" para acometer "importantes
reformas estructurales".
"La unión monetaria y el pacto de estabilidad tenían un magnífico
alumno en España hace dos años y ahora está entre los peores de la
clase", explicó hoy González en Manhattan durante su intervención en
unas jornadas organizadas por el Centro Rey Juan Carlos I de España,
perteneciente a la Universidad de Nueva York, y la Fundación
Euroamérica.
Quien dirigiera el Gobierno español entre 1982 y 1996 defendió
que España ha sufrido las consecuencias de "un fallo de gobernanza
en la UE" derivado de tener una moneda única -y por tanto una sola
política monetaria-, un pacto de estabilidad y un mercado interior
sin fronteras, pero carecer de políticas económicas coordinadas.
Esa "divergencia en las políticas económicas" ha provocado que
"el país con mejores cuentas públicas y el que mejor cumplía el
pacto de estabilidad y crecimiento, junto a Irlanda, sufra lo que ya
hace dos años advertimos un grupo de amigos: choques asimétricos en
el espacio de la UE ante una crisis financiera como ésta".
En ese sentido, recordó que cuando comenzó la crisis España tenía
un 2,5% de superávit y un endeudamiento del 37% sobre el producto
interior bruto (PIB), cuando los límites del pacto de estabilidad
eran del 3% de déficit y del 60% de deuda.
El déficit actual de España es del 11% y el endeudamiento supera
el 70%, según dijo el político socialista, para quien este deterioro
se debe también a que "el país iba mal, porque tenía una gran
divergencia en su economía real: Vendíamos al exterior mucho menos
de lo que comprábamos", de forma que la balanza comercial y de pagos
estaban "en cifras alarmantes, sólo comparables a las de EEUU".
Por ello, "tenemos por delante reformas muy importantes que hacer
que exigen, en contra de lo que han interpretado hace una semana,
grandes acuerdos nacionales", defendió.
En su opinión hay varias partidas económicas fundamentales y
difíciles de recortar que "no se han explicado", y que habérselas
formulado a la oposición en los debates parlamentarios "hubieran
dado al Gobierno una cierta ventaja".
Esas partidas son los impuestos, que sería "ridículo" bajarlos
porque haría que la caída fuera "aún más rápida", al igual que el
gasto social, "que nadie propondría recortarlo porque nadie quiere
quedar mal", y la inversión pública y el rescate a la banca, precisó
el ex presidente del Gobierno español.
A nivel europeo, González cree que "no ha habido el mismo sentido
de emergencia nacional y global que en EEUU" y recordó que la
Administración de George W. Bush "arrancó poniendo 700.000 millones
de dólares para rescatar a las compañías de las subprime".
En cambio, dijo que en la UE "primero se negó que fuera un
problema europeo" y, cuando esto se aceptó y se vio que su sector
financiero estaba "en gran medida muy afectado, la reacción no fue
de emergencia, salvo a nivel nacional, y cada país empezó a dar sus
respuestas. Sólo después se inició una coordinación por arriba".
"A día de hoy la UE no tiene la sensación de que la crisis es un
'parteaguas' de una evolución histórica en la que está perdiendo
posiciones en el mundo", aseguró el ex presidente del Gobierno
español, quien cree que la región debe adoptar medidas para afrontar
la crisis y al tiempo desarrollar otras estructurales de medio y
largo plazo.
Un problema de la UE para tomar medidas estructurales es que,
según González, EEUU tiene un Gobierno federal con el 26% del PIB "a
su disposición", mientras que el Gobierno en Bruselas -"si es que lo
hay, cosa que se duda"- sólo cuenta con el 1%.
Por ello insistió en que "falta una mayor unión económica en
Europa", al tiempo que consideró innecesario "llorar sobre la leche
derramada" y lamentarse ahora de que los países europeos
reaccionaran tarde. EFE
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