La Habana, 19 abr (EFE).- La producción de café disminuyó en un
90 por ciento en los últimos años en Cuba, donde el Gobierno del
general Raúl Castro gasta actualmente unos 50 millones de dólares en
importar el grano para garantizar el consumo interno, informó hoy el
semanario oficial Trabajadores.
Según datos del Ministerio de Agricultura divulgados por
Trabajadores, Cuba llegó a producir 60.000 toneladas de café, pero
"ahora apenas alcanza el diez por ciento de esa cantidad".
"El país requiere importar hoy 19.000 toneladas de café por un
valor aproximado de 50 millones de dólares para garantizar el
consumo de este producto, que tradicionalmente constituyó una
importante fuente de ingresos en divisas", indica el semanario.
Además, resalta que la isla necesita producir no menos de 29.000
toneladas del grano limpio para sustituir las importaciones, lo que
constituye una de las prioridades de la política económica del
general Castro.
Según especialistas citados en el artículo, entre las principales
causas de la caída cafetalera están las prolongadas sequías, los
huracanes e insuficiencias en el suministro estatal de
fertilizantes, herbicidas, insecticidas y herramientas de trabajo a
los productores.
También mencionan la introducción de plagas "por manos enemigas"
y el éxodo de los productores a otros cultivos "en busca de ingresos
superiores".
El semanario resalta que la cosecha del grano "tocó fondo" en
2005, cuando el caficultor se convirtió en el campesino peor pagado
del sistema agrícola en la isla, y el Estado tuvo que asumir el
subsidio del café dentro de la canasta básica que se vende
mensualmente a los cubanos.
"Más amargo no puede ser el trago para la economía cubana",
señala Trabajadores, y apunta que "lejos de renunciar a este
cultivo, presente en la isla desde hace más de 250 años, la nación
ha establecido un programa de desarrollo, que entre 2009 y 2015
pretende revertir el déficit productivo".
La estrategia incluye un nuevo sistema de precios para pagar a
los cafetaleros y una reorganización de la producción en las áreas
con las plantaciones de mejores resultados.
Cuba gasta más de 1.500 millones de dólares anuales en importar
alimentos, por lo que el Gobierno considera que aumentar las
producciones es un asunto de "seguridad nacional" para eliminar sus
gastos en momentos en que los precios en los mercados
internacionales son altos y en que la isla padece una aguda falta de
liquidez.
Desde que asumió el mando en 2006, cuando enfermó su hermano
Fidel, el general Castro ha entregado en usufructo a campesinos y
cooperativas miles de hectáreas de tierras cultivables que el Estado
mantuvo ociosas durante décadas, entre otras medidas para tratar de
aumentar la producción, con resultados aún por cuantificar. EFE