Santiago de Chile, 22 jun (EFE).- El ministro chileno de
Economía, Juan Andrés Fontaine, afirmó que la crisis financiera que
vive Europa es "una réplica del terremoto financiero" que sufrió
Estados Unidos hace dos años y calificó de moderados sus efectos en
las economías importantes.
Los problemas afectan principalmente a los países del sur de
Europa y los efectos son "moderados en países importantes como
Alemania y Francia", precisó Fontaine durante un seminario
organizado por el banco CorpBanca.
Fontaine se manifestó optimista respecto de la economía mundial,
al considerar que los problemas de Europa se combinan "con un muy
buen crecimiento en Asia y América y con Estados Unidos
recuperándose más rápido de lo previsto".
Sobre esa base, predijo un crecimiento a nivel mundial superior
al 4% este año, advirtiendo que "aún no se logra el 5% promedio
previo a la crisis", pero "parece ser (un 4%) una buena tasa de
crecimiento y sostenible en el tiempo".
El ministro chileno, por otra parte, dijo que la flexibilización
del yuan anunciada por China el pasado fin de semana podría aumentar
la inflación en el mundo, "en la medida que eso se prolongue".
La medida, a su juicio, asegura el mantenimiento de un
crecimiento rápido en China, pues la apreciación gradual de la
moneda es compatible con una expansión sostenida de la demanda.
Pero, matizó, "si algún riesgo yo le pondría en este momento al
mundo después de la decisión de China es más de inflación que de
deflación, que es el otro fantasma que ha estado circulando por la
economía mundial".
Para Chile, añadió, la flexibilización del yuan es positiva, dado
su efecto en los mercados de materias primas como el cobre o la
celulosa, aunque también podría subir.
"De todas formas la combinación general es favorable para Chile",
apuntó Fontaine, que reiteró que la meta de que su país alcance los
parámetros de desarrollo de Portugal en los próximos ocho años "está
vigente".
En el plano coyuntural, insistió en que Chile está iniciando una
fase de expansión productiva que se consolidará en los próximos
meses y que ya se puede observar en áreas como el comercio, la
construcción y las importaciones.
El Banco Central recortó por segunda vez su proyección de
crecimiento de la economía chilena para el año y la dejó en un rango
de entre 4,0 y 5,0%, debido a una expansión menor que la esperada en
el primer trimestre, cuando el Producto Interior Bruto (PIB) creció
sólo el 1,0%, debido al impacto del terremoto de febrero.
Según dijo a mediados de junio el presidente del emisor, José de
Gregorio, el contexto externo de la economía chilena está más
incierto, pues la recuperación de la economía mundial será más lenta
de lo esperado y las tensiones actuales "son una fuente importante
de riesgo".
De agravarse la situación financiera en Europa, "la magnitud y el
alcance de sus efectos son altamente inciertos, pero potencialmente
significativos", sostuvo.
Pese a lo anterior, Juan Andrés Fontaine afirmó hoy que Chile
está frente a "una inmejorable oportunidad de saltar al desarrollo",
aunque precisó que para ello debe materializar una serie de
objetivos, como aumentar la participación laboral, mejorar los
niveles de inversión y mejorar la productividad. EFE