Londres, 25 ago (EFE).- El plan "progresista" de recorte del
gasto con el que el Gobierno británico quiere reducir el déficit
público supondrá que el 60% de los hogares pobres perderán más, en
términos de dinero en efectivo, que los hogares más ricos, según un
estudio difundido hoy por el Instituto de Estudios Fiscales (IFS).
El IFS cuantificó en 422,83 libras (513,7 euros) anuales el
dinero que dejará de percibir el 10% de los hogares más
desfavorecidos a consecuencia de los cambios impositivos y del
sistema de percepción de subsidios previstos entre 2010 y 2014.
Por contra, los hogares más ricos sólo perderán 339,12 libras
(411,8 euros) anuales en el mismo periodo.
El Instituto explicó que las medidas de emergencia anunciadas el
pasado junio por el Gobierno de coalición conservador-liberal han
sido un duro golpe de manera especial para los hogares con niños en
los que los padres tienen un bajo nivel de ingresos.
El ministro de Economía, George Osborne, defendió como
"progresista" el plan de recorte del gasto con el que el Gobierno
quiere reducir el déficit público -que este año puede alcanzar los
200.000 millones de euros-, pero para el IFS el proyecto del
Gobierno es "regresivo".
"Nuestro análisis demuestra que el efecto general de las nuevas
reformas anunciadas en el presupuesto de junio es regresivo, en
comparación con las reformas impositivas y del sistema de subsidios
anunciadas por el anterior Gobierno (laborista) para el mismo
periodo, que eran progresistas", señaló el IFS.
"Los hogares con ingresos bajos y con integrantes en edad de
trabajar serán los que más perderán con las reformas del presupuesto
de junio debido a los recortes al gasto social. Los que pierden
menos son los hogares con integrantes en edad de trabajar sin hijos
en la mitad alta de la escala retributiva", añadió.
Esto es así, según el estudio parcialmente financiado por la
campaña "Contra la Pobreza Infantil", porque los hogares con
ingresos más altos "no pierden a consecuencia de los recortes en el
gasto social y son los mayores beneficiarios del aumento de la
reducción personal en el impuesto a las ganancias".
El Instituto también cuestionó la decisión del Gobierno de
cambiar el índice de referencia (del Índice de Precios Minoristas
-RPI- al Índice de Precios al Consumo -CPI-) para el cálculo del
incremento de los subsidios, lo que supondrá "ayudas menos
generosas".
El IFS admitió el argumento de que el CPI es una mejor referencia
que el RPI de la inflación en general, pero que desfavorece a
quienes reciben ayudas sociales, porque sólo el 23% está exento de
los incrementos de las hipotecas y del impuesto a la vivienda,
elementos excluidos en el primero, pero incluidos en el segundo. EFE