Bruselas, 21 jun (EFE).- Los embajadores de los países de la Unión Europea (UE) tienen previsto discutir mañana la prórroga por un año del acuerdo pesquero con Marruecos, que un grupo de estados es reticente a aprobar por la situación del Sáhara Occidental.
Según fuentes comunitarias, son principalmente los países escandinavos los que se oponen hoy por hoy a la rúbrica del pacto, que caducó el pasado 27 de febrero.
Mientras tanto, los barcos -principalmente españoles- siguen pescando bajo arreglos temporales, según recordó hoy un portavoz de la Comisión Europea.
El pasado mes de febrero, los Veintisiete aprobaron negociar de forma urgente una prórroga de un año al acuerdo pesquero actual, en un movimiento apoyado por los países más afectados como España.
Ya entonces, Suecia, Dinamarca y el Reino Unido votaron en contra, mientras que Alemania y Finlandia se abstuvieron.
La principal preocupación de estos países es la situación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental y el hecho de que el acuerdo no habría beneficiado a las poblaciones de esa zona.
La UE debe ahora sellar esa prórroga, tanto en el Consejo -donde está representados los países- como en el Parlamento Europeo, que aún no tiene fecha fijada para pronunciarse sobre el asunto.
Según fuentes comunitarias, mañana debería quedar clara la postura final de los Estados miembros sobre el asunto, que permitiría avanzar en la Eurocámara.
El acuerdo con Marruecos es el que tiene más importancia política para la UE, dentro de los convenios bilaterales en materia pesquera.
En los términos actuales, ofrece 119 licencias a la flota europea, más una cuota adicional para especies como la anchoa, caballa o arenque, que situarían en 138 el número de embarcaciones beneficiadas.
Los navíos españoles cuentan con un centenar de permisos, aunque no se utilizan todos, y se ven favorecidos sobre todo barcos con puerto en Andalucía y Canarias.
A cambio, la UE paga al año 36,1 millones de euros al país magrebí, una parte para su sector y otra para medidas de desarrollo.
La UE decidió optar por la vía de una prórroga de un año para no perjudicar a los pescadores y ante las dudas que el asunto del Sáhara y otros plantean sobre la renovación a largo plazo. EFE