Tokio, 31 oct (.).- El Banco de Japón (BoJ) elevó este martes su previsión de inflación para el actual ejercicio fiscal hasta el 2,8 %, durante una reunión sobre política monetaria en la que también decidió aplicar nuevos ajustes a sus medidas de control de rendimientos de bonos estatales.
La nueva estimación supone un incremento de tres décimas respecto al cálculo realizado hace tres meses por el banco central nipón para el actual año fiscal, que arrancó el pasado abril y concluirá en marzo de 2024.
Para el ejercicio 2024, el BoJ prevé ahora un incremento también del 2,8 %, en contraste con el 1,9 % estimado el pasado julio, según consta en su informe sobre perspectivas económicas trimestrales adoptado durante la reunión de política monetaria que concluyó este martes.
En esta reunión, la entidad decidió asimismo considerar la zona alta del 1 % como referencia para los rendimientos de los bonos estatales a diez años, de los cuales el BoJ continuará ejecutando compras "a gran escala" y en función de su evolución.
La nueva flexibilización del margen de rendimientos para los bonos tiene lugar tras las medidas similares tomadas por la entidad a finales de 2022 y el pasado julio, y llega ante la insistencia en los mercados de deuda por testar el límite superior fijado por el banco central nipón.
Este nuevo ajuste del BoJ, unido a las perspectivas de inflación, parecen allanar el camino para una próxima normalización de la política monetaria del banco central nipón, el único entre las grandes economías mundiales que continúa aplicando tipos de interés de referencia ultrabajos con vistas a alcanzar su objetivo inflacionario.
El Banco de Japón aspira a alcanzar una inflación sostenida del 2 % interanual, un objetivo que se le viene resistiendo a la tercera economía mundial a pesar de la aceleración de las subidas de precios domésticos tras el encarecimiento global de las materias primas y la energía.
Si el índice de precios de consumo alcanza o supera el 2 % el próximo ejercicio, como apuntan las previsiones del BoJ, se trataría del tercer año consecutivo por encima de esa cifra, acercando la meta de "inflación sostenida" del banco central.