Lisboa, 28 dic (EFE).- Portugal acumuló un déficit fiscal del 5,6 % en el tercer trimestre de este año, superior al 5 % establecido para 2012 en los acuerdos de su rescate financiero, aunque aún espera cumplir la meta gracias a una reciente privatización.
Según los datos divulgados hoy por el Instituto Nacional de Estadística luso (INE), ese déficit, equivalente a casi 7.000 millones de euros, significó una reducción superior a un punto porcentual en comparación con el 6,7 % del periodo homólogo de 2011.
El déficit entre julio y septiembre fue del 3,2 % del Producto Interno Bruto (PIB) mucho menor que el 6,8 registrado en los seis primeros meses del año.
El INE informó también de que los intereses financieros que paga Portugal por su deuda representaron casi el 80 % del déficit presupuestario de esos nueve meses, al sumar 5.473 millones de euros, quinientos millones más que en el mismo periodo del año precedente.
La deuda lusa alcanzó en septiembre el 120 % del PIB anual, situado en ese periodo en 167.897 millones de euros.
El desequilibrio presupuestario del Estado portugués se vio perjudicado además por unos ingresos fiscales menores a lo esperado, atribuidos al impacto de la crisis económica que sufre el país, con un aumento del desempleo del 16 % y una caída del PIB del 3 %.
La recaudación por impuestos sobre la renta y patrimonio bajó un 5,6 % en relación a septiembre de 2012, mientras la relativa a gravámenes a la producción e importación descendía el 4,9 %, y las contribuciones a la seguridad social otro 6,8 %.
Pero el Gobierno del conservador Pedro Passos Coelho confía oficialmente en dejar el déficit en el 5 % al acabar 2012 y cumplir así las exigencias de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que concedieron a Portugal el año pasado un rescate financiero de 78.000 millones de euros.
Para conseguirlo cuenta con el ingreso extraordinario derivado de la privatización de la gestora nacional de aeropuertos, ANA, cuya venta por 3.080 millones de euros al grupo francés Vinci fue anunciada el jueves.
Sin embargo el encaje que representan esos fondos no estará en las arcas del Estado luso este año y algunos analistas económicos creen que podría no ser aceptado en las normas contables que aplica Bruselas.
La UE y el FMI ya aceptaron en septiembre suavizar este año la meta de reducción del déficit fiscal luso, que inicialmente era del 4,5 por ciento del PIB.
Ese paso a ser el objetivo para 2013, un año en el que Passos Coelho ha anunciado que será necesario reformar el Estado portugués para hacerlo sostenible porque las sucesivas medidas de austeridad aplicadas ya no son suficientes para reducir sus costes. EFE