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Buenos Aires, 20 mar (.).- La tasa de desempleo en Argentina se mantuvo en niveles mínimos en el cuarto trimestre de 2023 pese al escenario de creciente contracción de la actividad económica, sin creación de empleo asalariado formal y con un alto componente de informalidad.
Según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el desempleo se ubicó en el cuarto trimestre del pasado año en el 5,7 %, igual que en el tercer trimestre, su nivel más bajo desde que en 2016 se inició una nueva serie estadística de medición del mercado laboral.
El dato sorprendió porque consultores privados esperaban un aumento del desempleo durante el cuarto trimestre debido al empeoramiento del escenario económico sobre el final del año.
De hecho, en el cuarto trimestre del año el PIB cayó el 1,9 % en comparación con el tercer trimestre del año y el 1,4 % interanual, según datos oficiales también difundidos este miércoles.
Sin embargo, de acuerdo con el Indec, la cifra de ocupados en los 31 mayores núcleos urbanos de Argentina considerados en la medición oficial creció en el cuarto trimestre a 13,5 millones de personas, unas 122.000 más que en el tercer trimestre de 2023.
Entre octubre y diciembre los puestos de trabajo asalariado formal se mantuvieron en 6,4 millones.
Tampoco hubo cambios significativos en la masa de trabajadores asalariados pero informales, que se mantuvieron en 3,6 millones y que, en forma preocupante y persistente, representan el 35,7 % de los asalariados en Argentina.
Así, el crecimiento del número de personas ocupadas durante el último trimestre sólo se explica por un aumento de los trabajadores por cuenta propia, que pasaron de 3,4 millones en el tercer trimestre a 3,5 millones en el cuarto, evidenciando que el empleo que crece no es el de calidad.
La aparente buena noticia del 'desempleo en mínimos' esconde, además de la elevada informalidad y el crecimiento de empleos sólo por cuenta propia o por planes sociales, otros problemas.
Uno de ellos es el incremento de la tasa de ocupados que buscan otro empleo, que subió al 15,5 % en el cuarto trimestre, a 2,2 millones de personas, un dato que esconde cierto inconformismo con los ingresos recibidos o la necesidad de sumar un segundo empleo.
Según expertos, este fenómeno se explica por la fuerte pérdida del poder adquisitivo de los hogares, con salarios que el año pasado crecieron de media un 152,7 % frente a un alza acumulada en el IPC del 211,4 %, la tasa de inflación más alta del mundo.
El panorama para el mercado laboral argentino no es positivo.
El duro ajuste fiscal emprendido desde diciembre pasado por el presidente argentino, Javier Milei, está golpeando con fuerza la actividad económica, con despidos en el sector público y en sectores clave como el de la construcción, mientras que los salarios permanecen deprimidos ante una inflación acumulada en los dos primeros meses de 2024 del 36,6 %.
Los economistas privados que mes a mes consulta el Banco Central para su informe de expectativas proyectan que la tasa de desempleo habría crecido al 7,7 % en el primer trimestre del año y cerrará 2024 con una tasa del 7,8 %.
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