Por Belén Carreño y Nathan Allen
29 ene (Reuters) - La economía española, afectada por la pandemia, registró la mayor contracción de la que se tiene constancia en 2020, y el endurecimiento de las restricciones por la pandemia de COVID-19 desde principios de año sugiere que las expectativas de un fuerte repunte en 2021 podrían tener que moderarse.
El producto interior bruto (PIB) cayó un 11% el año pasado, según mostraron el viernes los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), al desplomarse los ingresos del sector turístico, principal motor de la economía nacional.
Se trata del mayor descenso de la economía española desde que comenzaron los registros, en 1970, y según historiadores es el bache más pronunciado desde la guerra civil española de 1936-39. Hasta ahora la mayor bajada en esta serie estadística era del 3,8% en 2009, en el inicio de la profunda crisis financiera y económica española de 2008-2013.
En 2019, antes de la llegada del virus y las restricciones para contenerlo, el PIB español creció un 2,0%, lo que suponía su sexto año de crecimiento tras el bache provocado por el estallido de la burbuja inmobiliaria.
Con todo, en el cuarto trimestre España creció un 0,4% intertrimestral, lo que supone un dato mejor de lo previsto por el mercado (-1,5%), según el avance publicado el viernes por el Instituto Nacional de Estadística. En el tercer trimestre, el PIB de España había registrado un crecimiento del 16,4% frente a los tres meses previos.
En la comparativa con el mismo trimestre de un año antes, la economía española cayó en el periodo octubre-diciembre un 9,1% —frente a una previsión del -10,8%—, tras una variación del -9,0% en el trimestre anterior, según los datos provisionales.
A precios corrientes, el descenso del PIB en 2020 fue del 10,0%, situándose en 1,12 billones de euros, con un descenso de 124.796 millones de euros respecto al de 2019.
DETERIORO EN EL ARRANQUE DE 2021
Pese a la mejoría de los últimos meses de 2020, los analistas prevén un empeoramiento de las cifras en el arranque de este ejercicio, ya que una tercera ola de contagios de COVID-19 se ha extendido por Europa. Al igual que muchos de los países vecinos, España ha endurecido las restricciones de movilidad, imponiendo toques de queda regionales y restringiendo los horarios comerciales.
El Gobierno prevé un repunte del PIB del 7,2% este año, por encima de las previsiones de los analistas de los mercados, que la semana pasada recortaron su estimación media del 6,5% al 6,3%.
El Fondo Monetario Internacional ha recortado su previsión al 5,9%, y ha advertido de que la recuperación de la zona euro se está quedando por detrás de la de otras economías avanzadas, como Estados Unidos y Japón.
A lo largo de 2020, un año en el que los viajes mundiales se redujeron drásticamente, el turismo representó solo entre el 4% y el 5% del PIB de España, según las estimaciones de la analista de Funcas María Jesús Fernández, unas cifras que contrastan con una cuota del 12% en 2019.
La agricultura fue el único sector que creció, con un incremento del 4,7%. El gasto público aumentó un 4,5%, su mayor tasa desde 2008, mientras que el consumo privado cayó un 12,4%, según los cálculos de un representante del INE.
Entre marzo y junio de 2020, España impuso uno de los confinamientos más duros de Europa, lo que provocó una caída del 17,9% en la actividad económica en el segundo trimestre. Aunque en la actualidad no hay confinamientos domiciliarios, muchas actividades empresariales se han vuelto a restringir en las últimas semanas.
(redacción e información adicional de Tomás Cobos; editado por Jorge Martínez)