WASHINGTON, 30 abr (Reuters) - Las empresas internacionales no pueden operar de forma responsable en Xinjiang y deben abandonar la región occidental china debido a la preocupación que suscita el trabajo forzado, declaró el martes una funcionaria del Departamento de Trabajo de Estados Unidos.
El Gobierno estadounidense afirma que las autoridades chinas siguen cometiendo genocidio y crímenes contra la humanidad perpetrados a los uigures y otras minorías musulmanas en Xinjiang, y los grupos de defensa de los derechos han presionado a empresas occidentales para que auditen sus operaciones por temor al trabajo forzado.
El Gobierno chino niega con vehemencia las acusaciones de abusos.
Thea Lee, subsecretaria adjunta de Asuntos Internacionales del Departamento de Trabajo, dijo en una comparecencia ante el Congreso de Estados Unidos que Pekín había hecho "esencialmente ilegal" la realización de auditorías independientes sobre derechos humanos en Xinjiang.
"Si es imposible hacerlo, entonces lo único responsable que se puede hacer es no operar en ese ambiente", dijo Lee ante la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China, sin nombrar a empresas concretas.
La embajada de China en Washington afirmó en un comunicado enviado por correo electrónico que las acusaciones de trabajos forzados no eran "más que una mentira urdida por la parte estadounidense en un intento de reprimir gratuitamente a las empresas chinas".
Las autoridades chinas han reconocido la existencia de "centros de formación profesional" en Xinjiang, pero afirman que estaban destinados a frenar el terrorismo, el separatismo y el radicalismo religioso. También han afirmado que la "sinicización" del Islam en el país es inevitable.
El 9 de febrero, el gigante químico alemán BASF (ETR:BASFN) dijo que vendería sus participaciones en dos empresas conjuntas en Xinjiang, después de que grupos de derechos humanos documentaran abusos, como trabajos forzados en campos de detención.
Volkswagen (ETR:VOWG_p) también ha dicho que estaba en conversaciones con su socio de empresa conjunta en China sobre la futura dirección de sus actividades empresariales en la región.
El Congreso de Estados Unidos ha aprobado leyes para presionar a China por sus políticas en Xinjiang, como la Ley de Prevención del Trabajo Forzado Uigur, que prohíbe las importaciones procedentes de la región. El Departamento de Trabajo no establece normas sobre cómo pueden operar las empresas estadounidenses en China.
(Reporte de Michael Martina; Editado en Español por Sofía Díaz Pineda)