Por Caroline Copley
ZÚRICH (Reuters) - Funcionarios suizos trataban de asegurar al país el domingo que la sorpresiva decisión del banco central de eliminar el límite cambiario del franco no desestabilizará a la economía antes de una semana crucial en que el Banco Central Europeo podría anunciar un enorme programa de compras de bonos.
La ministra de Finanzas suiza, Eveline Widmer-Schlumpf, dijo que espera que la tasa cambiaria se ubique en torno a 1,10 francos por euro, un nivel que cree que las empresas del país orientado a las exportaciones deberían ser capaces de soportar.
"Estoy confiada en que la economía será capaz de lidiar con esta decisión. Las empresas están en una mucho mejor posición que en 2011, cuando entró en vigor el límite cambiario", comentó a los periódicos SonntagsBlick y Schweiz.
El Banco Nacional Suizo sorprendió a los mercados el jueves cuando abandonó su límite cambiario, vigente por tres años, de 1,20 francos por euro, afirmando que esa política se había vuelto insostenible.
La medida hizo que el franco suizo se apreciara con fuerza, lo que llevó a empresas en toda Suiza a advertir de un desplome en ganancias, y entre los sectores más expuestos figuraban el de artículos de lujo, industria y turismo.
Con una inflación de -0,3 por ciento interanual, Suiza también se arriesga a importar deflación si el franco se mantiene en su nivel alto frente al euro.
Hans Hess, presidente de Swissmem -que representa a empresas de los sectores de maquinaria, electrónica y metalurgia- dijo al diario NZZ am Sonntag que una de cada cinco empresas industriales suizas enfrentan una "amenaza existencial".
"La eliminación del límite cambiario costará empleos, pero el sector superó la crisis del franco en 2011 y también enfrentará esta crisis", afirmó.
El franco se apreció más allá de la paridad tras el anuncio del Banco Nacional Suizo, a un máximo de 0,8500 francos por euro para luego recortar ganancias.
El viernes, el franco cotizó a poco menos de la paridad con el euro.
El espacio de maniobra con el que contará el Banco Nacional Suizo dependerá de lo que anuncie el Banco Central Europeo el jueves, cuando se espera que lance un programa de compras de bonos para reactivar a la economía y para combatir la deflación.
Si el BCE supera las expectativas del mercado, los inversores podrían optar en masa por el franco suizo, considerado como refugio, lo que presionaría al Banco Nacional Suizo aún más para que actúe.
Algunos economistas y funcionarios dijeron que la tasa cambiaria debe oscilar en torno a los 1,10 francos por euro para impedir cualquier daño potencial a la economía.
Si la moneda se mantuviera en paridad con el euro por un período prolongado, eso llevaría a un crecimiento económico muy débil y a un creciente desempleo, dijo el director del Departamento de Finanzas, Serge Gaillard, al diario Zentralschweiz am Sonntag.