Río de Janeiro, 31 ago (.).- El Gobierno brasileño redujo su proyección para el crecimiento económico del país en 2019 desde el 3,03 % inicialmente previsto hasta el 2,50 % esperado ahora, según consta en el proyecto de Ley de Directrices Presupuestarias para el próximo año que divulgó este viernes.
El anuncio coincidió con la divulgación de que la economía brasileña tan sólo creció un ligero 0,2 % en el segundo trimestre de este año, lo que llevó a los economistas a anunciar inmediatamente que pretenden revisar hacia abajo sus proyecciones para el crecimiento de Brasil en 2018 y que las ubicarán por debajo del 1,47 % previsto hasta ahora.
Para analistas y consultoras, amenazada por varios flancos, especialmente por la incertidumbre de unas elecciones presidenciales imprevisibles, la economía brasileña mantendrá en 2018 la tímida recuperación de 2017, cuando registró un crecimiento del 1,0 % tras las retracciones del 3,5 % en 2015 y del 3,5 % en 2016, bienio en el que Brasil enfrentó su más grave recesión en las últimas décadas.
La revisión de las proyecciones para el crecimiento y la inflación obligaron al Gobierno a modificar el Presupuesto y a reducir los gastos públicos y las inversiones previstas para 2019 con el fin de no aumentar el déficit fiscal.
Según la nueva propuesta de Presupuesto, el Estado brasileño realizará en 2019 gastos por 1,438 billones de reales (unos 350.731,7 millones de dólares), en un 93 % de carácter obligatorio por tratarse de su mantenimiento o por exigencias de la propia Constitución (que estipula gastos mínimos para educación y salud).
Del total de gastos, 637.900 millones de reales (unos 155.585,4 millones de dólares) serán destinados a pensiones y jubilaciones y otros 325.600 millones (unos 95.764,7 millones de dólares) a gastos de personal.
Tan sólo estos dos segmentos se quedan con el 67 % del total de los gastos previstos por el Gobierno para el próximo año.
"El Gobierno se está reduciendo a ser un gestor del sistema de jubilaciones y de la plantilla de funcionarios. Eso es muy poco para un Gobierno que necesita proponer y ejecutar sus políticas", afirmó el ministro de Planificación, Esteves Colnago, en una rueda de prensa.
En su proyecto de Presupuesto, el Gobierno calcula que el Estado registrará ingresos el próximo año por 1,574 billones de reales (unos 383.902,4 millones de dólares).
Entre los ingresos están previstos 12.000 millones de reales (unos 2.926,8 millones de dólares) con la privatización de la estatal Eletrobras, el mayor grupo de energía de América Latina, pese a que su venta aún no ha sido autorizada por el Congreso y es objeto de una intensa polémica.
El proyecto también prevé que el déficit fiscal primario de Brasil caerá desde 161.300 millones de reales (unos 39.341,5 millones de dólares) previsto para este año hasta 139.000 millones de reales (unos 33.902,4 millones de dólares) en 2019.
Del Presupuesto fue excluido un reajuste en los salarios de los funcionarios del Ejecutivo que había sido anunciado por el presidente Michel Temer pero que fue pospuesto por dos años ante el impacto que tendrá en las cuentas públicas.
La decisión de prorrogar ese aumento de salarios desde 2019 hasta 2021 le permitirá al Estado reducir sus gastos el próximo año en 6.900 millones de reales (unos 1.682,9 millones de dólares), de acuerdo con el nuevo proyecto de presupuesto.
Según el Gobierno, los recortes realizados al Presupuesto para impedir un agravamiento del déficit fiscal no afectaron los gastos en educación y salud ni las inversiones en infraestructura.
Para la educación serán destinados el próximo año 122.000 millones de reales (unos 29.756 millones de dólares), muy por encima del mínimo exigido por la Constitución, y para la salud 129.800 millones de reales (unos 31.658,5 millones de dólares), ligeramente por encima de lo exigido por la Constitución.
Según la propuesta, el Presupuesto presentado está condicionado a que la tasa de cambio promedio en 2019 se ubique en el 3,62 reales por dólar (este viernes el dólar cerró vendido a 4,073 reales y sigue en sus mayores niveles históricos) y a que el precio internacional promedio de petróleo se acerque a los 74 dólares por barril el próximo año.