THOUSAND OAKS, EEUU (Reuters) - Un veterano retirado del cuerpo de marines de Estados Unidos abrió fuego en un bar y salón de baile del área de Los Ángeles lleno de estudiantes universitarios y mató a 12 personas, dijo el jueves la policía, un ataque que sorprendió a la comunidad del sur de California.
El hombre, identificado por la policía como Ian David Long, de 28 años, fue encontrado muerto por una herida de bala aparentemente autoinfligida tras la masacre ocurrida el miércoles en la noche en el Borderline Bar and Grill ubicado en Thousand Oaks, una zona suburbana a 64 kilómetros al noroeste de Los Ángeles.
Paul Delacourt, director adjunto a cargo del FBI de Los Ángeles, dijo en una conferencia de prensa que era demasiado pronto para especular sobre el motivo del tiroteo, pero declaró que el hombre armado pareció haber actuado solo.
Long abrió fuego aparentemente al azar dentro del bar alrededor de las 23.30 hora local (0730 GMT del jueves), usando una pistola Glock calibre 45, dijo el sheriff Geoff Dean del Condado de Ventura en una rueda de prensa.
Dean agregó que fue informado de que había entre 150 y 200 personas en el Borderline en ese momento. "Podría haber sido mucho, mucho peor". Estimó que entre 10 y 15 personas, incluida una con una herida de bala, fueron trasladadas a hospitales.
Al preguntarle cómo era el ambiente dentro del bar, lo describió como "una escena horrible. Hay sangre por todas partes y el sospechoso es parte de eso". "Obviamente, tenía algo en su cabeza que le hizo llevar a cabo algo como esto", dijo Dean. "Obviamente tenía algún tipo de problema".
Long estuvo en la Infantería de Marina de 2008 a 2013, alcanzando el rango de cabo y sirviendo como artillero en Afganistán. El sheriff dijo que es posible que Long haya sufrido un trastorno de estrés postraumático.
Este fue el tercer tiroteo con víctimas múltiples en Estados Unidos en menos de dos semanas, seis días después de la muerte de dos mujeres en una clase de yoga en Tallahassee, Florida, y 12 días después de que un hombre armado matase a 11 personas en una sinagoga en Pittsburgh al grito de "todos los judíos deben morir".
El presidente Donald Trump, que se ha resistido a un control de armas más estricto desde que 17 estudiantes fuesen abatidos a tiros en el instituto Stoneman Douglas en Florida este año, escribió en Twitter que había sido "completamente informado sobre este tiroteo terrible en California".
"La policía ha mostrado gran valentía. Dios bendiga a todas las víctimas y familias de las víctimas", agregó Trump.