Por Leika Kihara
TOKIO, 3 abr (Reuters) - La actividad de las fábricas asiáticas perdió fuerza en marzo, ya que la débil demanda exterior afectó a la producción, mostraron encuestas el lunes, lo que sugiere que el deterioro de las perspectivas mundiales seguirá siendo un lastre para la recuperación de la región y mantendrá alerta a los dirigentes monetarios.
Japón y Corea del Sur, países dependientes de las exportaciones, registraron una contracción de la actividad manufacturera en marzo, mientras que el crecimiento en China se estancó, lo que pone de relieve el reto al que se enfrenta Asia mientras las autoridades intentan mantener bajo control la inflación y defenderse de los vientos en contra derivados de la desaceleración del impulso económico mundial.
"El crecimiento mundial seguirá siendo débil en los próximos trimestres, por lo que prevemos que la producción manufacturera asiática seguirá bajo presión", dijo Shivaan Tandon, economista especializado en Asia de Capital Economics.
El índice Caixin/S&P Global de gestores de compras (PMI) del sector manufacturero chino se situó en 50,0 en marzo, muy por debajo de las previsiones del mercado de 51,7 y del 51,6 de febrero.
La lectura, que se hizo eco de un crecimiento más lento en un PMI oficial publicado el viernes, situó el índice en la línea de 50 puntos que separa el crecimiento de la contracción.
"Los cimientos de la recuperación económica aún no son sólidos. De cara al futuro, el crecimiento económico seguirá dependiendo de un impulso de la demanda interna, especialmente de una mejora del consumo de los hogares", declaró Wang Zhe, economista jefe de Caixin Insight Group, sobre el PMI chino.
El PMI de Corea del Sur cayó a 47,6 en marzo desde 48,5 en febrero, contrayéndose al ritmo más rápido en seis meses, ya que los pedidos de exportación se vieron afectados por la debilidad de la demanda mundial.
En Japón, el índice PMI final de Au Jibun Bank se situó en 49,2 en marzo, por encima del 47,7 de febrero, pero permaneciendo por debajo del umbral de los 50, en un momento en que los nuevos pedidos se contrajeron por noveno mes consecutivo.
Otra encuesta del banco central publicada el lunes mostró que la confianza de los grandes fabricantes japoneses se deterioró en enero-marzo hasta alcanzar su peor nivel en más de dos años, tras una débil demanda externa que se sumó a la lucha de las empresas que ya estaban lidiando con el aumento de los costes de las materias primas.
En Vietnam y Malasia, la actividad de las fábricas se contrajo en marzo, mientras que en Filipinas creció a un ritmo menor que en febrero, según las encuestas.
Si bien las interrupciones del suministro provocadas por la pandemia del coronavirus han seguido su curso, la débil demanda de chips y los nuevos signos de ralentización del crecimiento mundial han surgido como riesgos para muchas economías asiáticas.
La quiebra el mes pasado de dos bancos estadounidenses y la absorción de Credit Suisse (SIX:CSGN) han agravado la incertidumbre sobre el panorama mundial al provocar turbulencias en los mercados y arrojar luz sobre las posibles vulnerabilidades del sistema financiero mundial.
Aunque todo parece indicar que la Reserva Federal de Estados Unidos interrumpirá pronto su ciclo de endurecimiento, las perspectivas siguen ensombrecidas por los problemas del sector bancario, la inflación aún elevada y la ralentización del crecimiento mundial.
Las presiones externas y la incertidumbre dejan vulnerables a algunas de las principales economías exportadoras de Asia, en un momento en que las empresas intentan recuperarse de una recesión inducida por el COVID-19 que ha durado años.
"Dado que gran parte del lastre que supone la subida de los tipos de interés aún no se ha trasladado a las economías avanzadas, esperamos que el crecimiento mundial y la demanda de exportaciones asiáticas sigan siendo débiles en los próximos trimestres", dijo Tandon, de Capital Economics.
(Información de Leika Kihara; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)