Por Tetsushi Kajimoto y Leika Kihara
TOKIO/NAGOYA, Japón (Reuters) - El crecimiento económico de Japón superó holgadamente las expectativas en el período de julio a septiembre, su tercer trimestre consecutivo de expansión gracias a un rebote de las exportaciones, pero una actividad doméstica débil pone en duda las esperanzas de una recuperación económica sostenible.
Datos oficiales publicados el lunes subrayaron una recuperación potencialmente frágil y dependiente de las exportaciones justo cuando la victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos aumenta la incertidumbre sobre las perspectivas económicas globales.
La tercera economía más grande del mundo se expandió a un ritmo anualizado de un 2,2 por ciento en el tercer trimestre, por encima del alza prevista por los mercados de un 0,9 por ciento, tras un incremento de un 0,7 por ciento entre abril y junio, mostraron los datos de la Oficina del Gabinete.
El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, mantuvo su visión optimista sobre la economía japonesa y dijo que es probable que crezca moderadamente gracias a un rebote de las exportaciones y la producción, lo que reflejaría una mejora prevista de la demanda en el extranjero.
Sin embargo, reconoció que el consumo privado es algo débil, lo que hace que algunas compañías tengan dudas respecto a subir los precios de sus productos y servicios y podría aplazar el momento en que se alcance la meta de inflación del banco central de un 2 por ciento.
"Los riesgos tanto para la actividad económica como para los precios están sesgados a la baja", dijo Kuroda el lunes en la ciudad de Nagoya, haciendo hincapié en su determinación de relajar de nuevo la política monetaria si la economía pierde el impulso en el avance hacia su objetivo de precios.
Los datos del lunes pusieron de relieve la naturaleza desigual de la recuperación de Japón.
La demanda externa -o las exportaciones menos las importaciones- añadió 0,5 puntos porcentuales al Producto Interno Bruto (PIB). Esta fue su mayor contribución desde abril a junio de 2014, pero se debió en parte a la caída de las importaciones por el repunte del yen y el debilitamiento del precio del petróleo.
Las exportaciones crecieron un 2,0 por ciento, su ganancia más rápida en un año, pero el aumento fue impulsado por posibles factores extraordinarios, como un salto en los envíos de piezas para teléfonos inteligentes.
El consumo privado, que representa aproximadamente el 60 por ciento del PIB, se incrementó sólo un 0,1 por ciento. El gasto de capital, un componente clave del PIB, se mantuvo estable tras un descenso del 0,1 por ciento en el segundo trimestre.
"Las exportaciones se recuperaron, pero el consumo privado y el gasto de capital fueron débiles. La economía no es tan sólida como la (cifra principal de un) 2,2 por ciento hace que parezca", dijo Hidenobu Tokuda, economista de Mizuho (T:8411) Research Institute.
"Hay riesgos procedentes de China y de las políticas comerciales de Trump. Tenemos que seguir prestando atención a los riesgos a la baja", agregó.