Adrià Calatayud
Pekín, 11 abr (EFE).- La inflación de China se estabilizó en el 2,3 % interanual en marzo, sin cambios respecto al mes anterior, impulsada por el aumento de algunos alimentos básicos, con lo que se alejaron los riesgos deflacionarios que asomaban en 2015.
El índice de precios al consumidor (IPC), divulgado hoy por la Oficina Nacional de Estadísticas, repitió la cifra de febrero, al tiempo que el indicador de precios en el sector mayorista moderó su caída hasta un 4,3 % interanual, frente al 4,9 % del mes previo, y suma ya cuatro años y un mes (49 meses) en deflación.
Aunque los analistas habían vaticinado un mayor aumento del IPC y el objetivo oficial del Gobierno chino para este año es de un 3 %, la inflación se mantuvo en valores sensiblemente superiores a los registrados a lo largo de 2015, un indicador que fue recibido con ganancias en las bolsas del país y también en la de Hong Kong.
Los precios alimentarios, que representan alrededor de un tercio de la cesta del IPC chino, experimentaron su mayor aumento desde enero de 2012, con un alza interanual de un 7,6 %, tres décimas más que en febrero.
Este encarecimiento de los alimentos fue el principal responsable de la inflación de marzo, según destacó el experto de la Oficina Nacional de Estadísticas Yu Qiumei, en un comunicado.
Siguiendo con la tendencia en lo que va de año, la carne de cerdo y las verduras fueron los principales responsables de ese incremento, con subidas de precios de un 28,4 % y un 35,8 %, respectivamente, en comparación con el mismo mes de 2015.
Los precios no alimentarios ascendieron un 1 % interanual en marzo, la misma cifra de febrero.
En el cálculo intermensual, el IPC retrocedió un 0,4 % en marzo, frente al incremento del 1,6 % que obtuvo en febrero.
El índice de precios al productor (IPP), que mide la evolución inflacionaria al por mayor, suavizó en seis décimas su descenso hasta un 4,3 % interanual, todavía lejos de salir de la senda deflacionaria en la que lleva sumido desde 2012, reflejo de los problemas crónicos de exceso de capacidad que arrastra el país.
Sin embargo, en el cálculo intermensual, el IPP registró una cifra positiva -algo que no ocurría desde diciembre de 2013- con un alza de un 0,5 % en comparación con febrero, que Yu atribuyó a la recuperación en los precios de algunas materias primas.
Las cifras de las variaciones de los precios de marzo son los primeros relativos al ejercicio 2016 que se publican libres del efecto estacional del Año Nuevo lunar, que provoca distorsiones estadísticas en los indicadores de enero y febrero.
Al cierre del primer trimestre, la inflación minorista se mueve en valores no vistos en el año y medio anterior, dado que su nivel máximo a lo largo del año pasado fue de un 2 %.
"La inflación se mantuvo elevada para los estándares recientes el mes pasado. Pero se puede decir que esto es bienvenido dadas las preocupaciones previas por los riesgos de deflación", señaló el economista para China de la firma de análisis Capital Economics Julian Evans-Pritchard.
Los expertos también ven con buenos ojos el freno a la caída de los precios mayoristas, ya que entienden que, además del repunte de la cotización internacional de las materias primas, han contribuido una cierta estabilización de la demanda doméstica y una mejora de la actividad en sectores como el inmobiliario.
Las bolsas chinas bendijeron esas lecturas con subidas de un 1,64 % al cierre de la sesión en Shanghái y un 1,88 % en Shenzhen, acompañadas por un 0,35 % en Hong Kong, mostrando optimismo a la espera de que se dé a conocer, este viernes, el crecimiento económico del país asiático en el primer trimestre.