Estambul, 3 ago (.).- La tasa de inflación en Turquía subió en julio hasta el 47,8 % interanual, frente al 38,2 % en junio, informó este jueves el Instituto Estadístico de Turquía (Turkstat), lo que rompió una dinámica de ocho meses de bajadas consecutivas.
El sector con mayor incremento de los precios, con un 82 % respecto a julio de 2022, fue la hostelería, seguido de la salud, con el 75 %, y el de la alimentación, con un 60 %.
El sector con menos subidas fue el de la vivienda, en el que los precios se incrementaron un 19 % respecto al año pasado.
Entre julio y junio los precios aumentaron un 9,5 %, el nivel mensual más alto desde enero de 2022, precisó Turkstat.
Desde finales de 2021 la rápida devaluación de la lira turca, combinada con una política de bajos tipos de interés impuesta por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, desencadenó una espiral inflacionaria solo comparable con la de los años 90 en Turquía, hasta alcanzar el 85 % interanual en octubre de 2022.
Desde entonces la inflación ha ido bajando de forma paulatina hasta el 38 % en junio pasado, por lo que los datos de julio significan una ruptura de la tendencia bajista.
La semana pasada la nueva gobernadora del Banco Central, Hafize Gaye Erkan, nombrada en junio, anunció que la estimación de inflación para finales del año sería del 58 %, más del doble de las previsiones anteriores, aunque mucho más realista, según los analistas.
Pese a dos subidas consecutivas de los tipos de interés, hasta el 17,5 %, el precio del dinero sigue muy por debajo de la inflación.
En los últimos dos años la lira turca ha perdido un 66 % de su valor, lo que ha abaratado los productos turcos en el mercado mundial y espolea la exportación y el empleo.
Al mismo tiempo, la depreciación ha encarecido mucho las importaciones y ha erosionado los ahorros (en liras) de gran parte de la población.