Roma, 3 may (.).- La prima de riesgo de Italia, que mide el diferencial entre el bono alemán y el italiano a diez años, ha cerrado este martes en 191,9 puntos -niveles de junio de 2020- y el rendimiento del bono a diez años subió al 2,87 %, en máximos de febrero del 2019, por las posibles subidas de tipos y la inflación.
La prima de riesgo ha acabado este martes por encima de 188 puntos que marcó el lunes y se acerca al umbral de los 200 puntos, el doble de los 100 puntos en los que se mantuvo de media todo 2021, desde febrero de ese año, cuando comenzó el Gobierno de Mario Draghi.
Aun así, se encuentra todavía lejos de los 278 que marcó en marzo de 2020, por la incertidumbre por la pandemia.
Los inversores están atentos a las decisiones de la Fed, que podría subir los tipos en medio punto para intentar contener la inflación disparada en Estados Unidos, tras una reunión de dos días que comenzó este martes.
Y también siguen de cerca los movimientos del BCE en la zona euro donde algunos miembros del organismo piden que ya en julio se haga el que sería el primer aumento de las tasas desde 2011.
La prima de riesgo es el sobrecoste que paga un país para financiarse y por eso Italia, cuya deuda se situó en el 150 % del PIB en 2021, está sufriendo las tensiones derivadas del impacto negativo que supondrá una combinación de la guerra de Ucrania, subidas de tipos por parte de los bancos centrales y el fin del programa de compra de deuda por la pandemia del BCE, del que Roma se ha beneficiado enormemente.
El Gobierno de Draghi quiere rebajar la deuda pública al 147 % del PIB en 2022, un cálculo que se basa en un crecimiento del 3,1 %.