Por David Milliken y William Schomberg
LONDRES (Reuters) - Los consumidores británicos gastaron más de lo previsto en julio, gracias a que un clima cálido y el Mundial de fútbol siguieron impulsando las ventas de alimentos, mientras que las tiendas ofrecieron descuentos, apuntando a un sólido arranque del tercer trimestre para la economía.
Los volúmenes de ventas minoristas subieron un 0,7 por ciento con respecto a junio, y fueron un 3,5 por ciento más altos que hace un año, por encima de los pronósticos medios de economistas en un sondeo de Reuters, que esperaban un aumento mensual del 0,2 por ciento y anual del 3,0 por ciento.
El dato se compara con un crecimiento de las ventas hace un año de sólo un 1,1 por ciento, aunque está por debajo de las tasas observadas en 2015 y 2016.
La libra, que ha caído drásticamente en las últimas semanas por el temor a que Reino Unido abandone la Unión Europea en marzo del próximo año sin ningún acuerdo de transición, se recuperó un poco frente al dólar estadounidense tras conocerse el dato.
"Las ventas minoristas registraron un fuerte aumento en julio, lo que sugiere que se está preparando cierta recuperación en el gasto del consumidor", dijo Andrew Wishart de Capital Economics.
En el trimestre previo a julio, un dato que suaviza la volatilidad mensual, las ventas minoristas crecieron un 2,1 por ciento con respecto a los tres meses anteriores, la mayor expansión desde febrero de 2015.
Excluyendo las compras de combustible, que se vieron afectadas por los altos precios del petróleo, el crecimiento de las ventas durante los tres meses fue el más rápido desde marzo de 2004.
(Editado por Toby Chopra; Traducido por Blanca Rodríguez)