Por Kevin Yao
PEKÍN, 10 mar (Reuters) - Los precios de producción de China regresaron a territorio de deflación en febrero después de que el brote de coronavirus frenara la actividad económica, aumentando la probabilidad nuevos estímulos económicos incluso a pesar de que la inflación al consumo siguió siendo elevada debido a los altos costes de los alimentos.
Pekín ha puesto en marcha una serie de medidas para amortiguar el impacto de la crisis sanitaria ante los crecientes temores a una pérdida generalizada de puestos de trabajo, pero los analistas no esperan que la inflación al consumo, cercana a niveles máximos de los últimos ocho años, sea un obstáculo importante para los responsables políticos.
El índice de precios al productor (IPP) cayó un 0,4% en febrero con respecto a hace un año, según mostraron el martes los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas china, ya que las estrictas medidas de contención para frenar la propagación del coronavirus causaron graves trastornos en la circulación de bienes y personas en el conjunto de la economía.
Los analistas esperaban que el IPP cayera un 0,3% con respecto al año anterior. El índice subió un 0,1% en enero tras seis meses de caídas.
"Creo que la caída se profundizará debido a la debilidad de los precios del petróleo. La conmoción del COVID-19 y el hundimiento de los precios del crudo han eclipsado el repunte de la confianza tras la mejora de las relaciones comerciales entre EEUU y China", dijo Tommy Xie, economista del Banco OCBC en Singapur.
El Banco Popular de China ha intensificado las medidas de apoyo a la economía y ha reducido el coste de los préstamos para las empresas más afectadas por el brote. Se espera que se adopten más medidas de alivio, incluidos nuevos recortes en los requisitos mínimos de capital de los bancos.
Los precios al consumidor aumentaron en febrero un 5,2% con respecto al año anterior, de acuerdo con las expectativas y no muy lejos del aumento del 5,4% de enero, el más alto desde octubre de 2011.
Los precios de los alimentos subieron un 21,9%, encabezados por un aumento del 135,2% en los de la carne de cerdo, mientras que los precios de los productos no alimentarios subieron un 0,9%, según los datos.
El brote vírico ha hecho subir los precios de algunos alimentos, como la carne de cerdo y las verduras, y de productos médicos como mascarillas y productos de higiene.
Sin embargo, la inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía, se mantuvo estable el mes pasado a una tasa del 1,0%, desde el 1,5% de enero.
(Información adicional de Se Young Lee; editado por Jacqueline Wong; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)