Madrid, 5 jul (.).- Los sindicatos han pedido a Vodafone (LON:VOD) España mejorar las indemnizaciones propuestas en el expediente de regulación de empleo (ERE), que afectará a 1.068 personas, hasta 67 días por año trabajado sin tope de mensualidades y aplicar un mecanismo de salidas voluntarias sin vetos, según fuentes sindicales.
En la reunión celebrada este viernes entre los representantes de los trabajadores y la empresa, los sindicatos han solicitado también incluir las máximas prejubilaciones y la garantía de empleo hasta diciembre de 2026.
La empresa suavizó la víspera algunos aspectos del ERE planteado, como la reducción en un centenar de trabajadores el número de las personas que se verían afectadas y que inicialmente ascendía 1.198 trabajadores. Aún así, los 1.068 trabajadores supondría un 33 % de la plantilla.
En el caso de la indemnizaciones, el actual propietario de Vodafone España, el fondo británico Zegona (LON:ZEG), incrementó el jueves su propuesta hasta los 28 días por año trabajado, con un límite de 18 mensualidades, frente a los 24 días y 14 meses ofrecidos inicialmente.
Frente a esto, los representantes de los trabajadores han pedido este viernes aumentar a 67 días por año trabajado la indemnización del ERE y eliminar el tope de mensualidades.
Otro de los puntos en negociación es la voluntariedad, Zegona ya ofreció a los sindicatos la posibilidad de que los despidos se produzcan mediante un mecanismo de salidas voluntarias en el que la empresa pueda ejercer el derecho al veto para evitar la salida de empleados que considere esenciales. Algo que los sindicatos rechazan y piden eliminar los posibles vetos.
Los sindicatos mantienen convocadas las protestas para los próximos días después de que esta semana se hayan realizado paros parciales.
Para el próximo 9 y 11 de julio están convocadas por los sindicatos mayoritarios (UGT, STC y CCOO) sendas jornadas de huelga, así como paros parciales para los próximos días 10, 16 y 17 de julio.
El fondo de inversión británico completó la compra de Vodafone España a finales de mayo en una operación valorada en 5.000 millones de euros, aunque previamente ya había asegurado que para que el futuro de la empresa fuera viable sería necesario el cierre de tiendas y una reducción de trabajadores.
La compañía justifica la salida de ese millar de trabajadores -de una plantilla compuesta por 3.268 personas- por razones "económicas, productivas y organizativas, determinadas por el fuerte deterioro financiero y comercial".