Bruselas, 21 dic (EFE).- El presidente ruso, Vladímir Putin, admitió hoy que su país está dispuesto a participar en un rescate financiero a Chipre, país con el que mantiene estrechas relaciones, en el caso de que la Unión Europea (UE) agote sus posibilidades de ayudar a ese Estado miembro.
"Para nosotros no es muy cómodo ser implicados en este proceso", indicó Putin en una rueda de prensa al término de la cumbre entre la Unión Europea (UE) y Rusia celebrada hoy en Bruselas.
En cambio, destacó que "si todas las medias son agotadas, no excluimos la posibilidad de intervenir, pero esto precisa de una consulta a nivel de expertos", apuntó.
Los socios del euro están negociando con Chipre los términos del programa de asistencia, que conllevará un ajuste estructural, financiero y fiscal, y podría alcanzar un acuerdo en enero que permitiera el desembolso de la ayuda internacional.
El líder ruso admitió estar "al corriente" de la difícil situación económica que atraviesa Chipre, y afirmó estar "en contacto" con las autoridades chipriotas al respecto.
Recordó que el estado de la economía rusa es "bastante bueno", pero que en este caso la cuestión no es "el dinero", sino "las condiciones y las medidas sistémicas que hay que tomar".
"Chipre es un Estado miembro de la UE y cuento con nuestros socios europeos, que deberían formular las reglas de conducta en el seno de su comunidad", concluyó.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, afirmó que la situación de Chipre no fue abordada hoy durante la cumbre con Rusia, aunque sí ha sido un tema debatido entre la UE, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Barroso dijo estar "al tanto del contexto entre Rusia y Chipre", y afirmó que le corresponde a Nicosia y Moscú "decidir el compromiso de Rusia en el apoyo a Chipre en lo que respecta a su situación financiera".
Chipre obtuvo en 2011 un préstamo de Rusia por 2.500 millones de euros y solicitó este año a Moscú otro de 5.000 millones de euros sin obtener una respuesta positiva.
El Ejecutivo liderado por el comunista Dimitris Christofias solicitó el pasado junio ayuda a sus socios europeos ante la debilidad de su sector bancario, muy expuesto a la crisis de Grecia, y ante la imposibilidad del país de financiarse en los mercados.
Christofias culpó a los banqueros de su país por haber expuesto a sus entidades a la crisis económica griega. EFE