Teresa de Miguel
Nueva York, 31 oct (EFE).- Abastecida por un generador eléctrico, la bolsa de Nueva York consiguió abrir hoy con relativa normalidad después de dos días cerrada por el azote del huracán "Sandy", que apagó el corazón financiero de Estados Unidos por primera vez desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
"Esto es bueno para Nueva York y para la economía del país", dijo el alcalde de la Gran Manzana, Michael Bloomberg, a su llegada esta mañana al histórico edificio del parqué neoyorquino en el número 11 de la calle Wall Street, situado en una de las zonas más afectadas de Manhattan por los apagones e inundaciones originados por "Sandy".
El primer edil de Nueva York, acompañado por el consejero delegado de la gestora de la bolsa, Duncan Niederauer, fue el encargado de hacer sonar el tradicional campanazo que da inicio a las cotizaciones en la ceremonia de apertura, que esta sesión sonó con particular fuerza tras dos días de silencio.
Pese a que los interrogantes se amontonaban desde que el martes se conoció que la bolsa reabriría hoy, el arranque de la sesión salió adelante sin problemas, aunque con un volumen de transacciones mucho más reducido de lo habitual, y el Dow Jones de Industriales, el principal índice de Wall Street, se cubrió de verde, si bien a la media sesión cambiaba de rumbo para bajar el 0,25 %.
Tan golpeado se ha visto el distrito financiero de Nueva York por "Sandy" que la bolsa era uno de los pocos edificios iluminados este miércoles en todo el área, y eso gracias a un generador eléctrico con combustible para mantener el parqué neoyorquino abierto durante 48 horas seguidas sin necesidad de repostar.
Pero, a pocas manzanas de allí, el panorama seguía siendo desolador: aparcamientos y sótanos inundados, edificios prácticamente a oscuras -muchos de ellos de los grandes bancos de Wall Street-, y el túnel que conecta el extremo sur de Manhattan con el barrio de Brooklyn totalmente anegado.
"Esta mañana decíamos medio en broma que debíamos ser el único edificio al sur de Midtown que tiene agua, luz y comida", dijo al canal financiero CNBC el consejero delegado de NYSE Euronext, quien se mostró satisfecho con la "tranquila" reapertura del parqué.
El destructor ciclón "Sandy", que tocó tierra el lunes al sur del vecino estado de Nueva Jersey y ha dejado a su paso inundaciones, seis millones de clientes sin electricidad y al menos 40 muertos en todo el país, causó el primer cierre de la bolsa de Nueva York desde el 11-S, que mantuvo el parqué cerrado durante cuatro días.
Aún más, Wall Street no había paralizado sus cotizaciones durante dos jornadas consecutivas debido a causas meteorológicas desde hacía más de un siglo, en concreto desde el 12 y 13 de marzo de 1888, cuando una enorme tormenta de nieve arrasó el noreste de Estados Unidos y Canadá.
Para evitar contratiempos ante las enormes dificultades y retos que suponía reabrir la bolsa hoy mientras gran parte del sur de la isla de Manhattan lucha por achicar agua, ruega por recuperar la luz y el sistema de transporte público sigue cerrado, alrededor de una treintena de empleados del NYSE pasó la noche en la bolsa.
Por allí también se habían estado paseando miembros de la Comisión del Mercado de Valores (SEC, por su sigla en inglés) para corroborar que el sistema podía salir adelante sin problemas, y durante todo el martes se probó un plan de contingencia en el caso de que hubiera habido daños irreparables en las instalaciones.
El plan suponía trasladar los valores que cotizan en el NYSE tradicional al mercado tecnológico NYSE Arca, aunque no fue necesario recurrir a él, puesto que la bolsa resistió a los embates de "Sandy", al contrario de lo que habían indicado algunos medios el lunes, que aseguraron que el parqué se había inundado.
Mientras tanto el mercado Nasdaq, cien por cien electrónico y cuyas oficinas están situadas en Times Square, que apenas se vio afectada por la tormenta, no ha sufrido esos desafíos, pero también paralizó sus cotizaciones lunes y martes en coordinación con el resto de mercados de valores de la Gran Manzana.
En cualquier caso, esta última jornada del mes en Wall Street no transcurría con total normalidad, puesto que el volumen era mucho más reducido de lo habitual mientras las firmas de corretaje siguen lidiando con sus propios problemas de electricidad, conexión a internet y telefonía. EFE
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