MADRID (Reuters) - El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, defendió el sábado en su primer viaje a Cataluña desde la consulta soberanista del 9-N su negativa a permitir cualquier proceso que "ponga en duda" la unidad de España, y definió el proyecto soberanista del líder catalán Artur Mas como "un viaje a ninguna parte".
Rajoy, que durante su viaje se reunió con los miembros del Partido Popular catalán pero que no ha previsto ningún encuentro con el presidente de la Generalitat, señaló que está abierto al diálogo pero que el líder de CiU no tiene derecho a hablar en nombre de toda Cataluña.
"Yo voy a escuchar a todo el que quiera hablar conmigo, pero que quede claro una cosa, yo no voy a permitir que se ponga en tela de juicio la unidad de España", dijo Rajoy durante un acto en Barcelona.
"No voy a permitir que se ponga en tela de juicio el derecho de todos los españoles a decidir lo que quieren que sea su país, o sea, la soberanía nacional", agregó.
Más de dos millones de personas participaron el 9 de noviembre en un polémico referéndum simbólico de autodeterminación en Cataluña - alrededor de un 40 por ciento de los votantes potenciales - y el 80 por ciento de ellos votaron a favor de la independencia.
Esta votación fue una propuesta alternativa tras la suspensión de un referéndum de autogobierno, que tampoco tenía validez jurídica, declarado ilegal por el Tribunal Constitucional.
Esta semana, Mas anunció que sólo daría un paso adelante en su hoja de ruta hacia la celebración de un referéndum real sobre la independencia de España a través de unas elecciones con lista única.
El líder de Convergència i Unió anunció que la única manera de cerrar el proceso iniciado hace dos años tras la negativa de Madrid a negociar un nuevo pacto fiscal para Cataluña, es sabiendo si una mayoría de catalanes están a favor de la independencia, y que no dudaría en volver a sacar las urnas si se dan las condiciones para ello.
"Ahora se nos anuncia una nueva hoja de ruta, que supone prolongar casi dos años más este estado de cosas", dijo Rajoy.
"Dieciocho meses de viaje a ninguna parte, que hay que sumar a los casi 50 que les han precedido desde que Artur Mas llegó al poder. Nunca un gobernante había perdido tanto el tiempo, ni se lo había hecho perder a los ciudadanos", agregó.
Aunque el sentimiento de identidad y la pretensión de mayores competencias autonómicas son claramente mayoritarias en Cataluña, el movimiento independentista ha crecido en los últimos años precisamente por la falta de diálogo entre el gobierno regional y el central.
Rajoy se ha mostrado abierto al diálogo con Cataluña exclusivamente dentro del marco constitucional, y ha animado al Gobierno de la Generalitat a plantear una reforma de la Carta Magna de 1978.
"Nadie tiene derecho a hablar en nombre de toda Cataluña, nadie, y menos que nadie un gobernante que ha decidido ignorar a dos de cada tres catalanes", sostuvo Rajoy en su alocución.
De prosperar la lista única, Cataluña, una región industrial que goza de amplia autonomía dentro de España y de la que representa una quinta parte de la producción económica, podría celebrar elecciones por tercera vez en cuatro años.
Pero para ello es necesario un acuerdo sin precedentes entre los cuatro partidos que respaldaron un referéndum de autodeterminación y que juntos tienen mayoría en el Parlamento catalán - CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP.
El consenso entre los cuatro se rompió tras la sustitución del referéndum - que Mas llevaba en su programa en las elecciones de 2012 - por el denominado "proceso participativo" del 9 de noviembre tras la prohibición judicial, aunque todos ellos apoyaron la propuesta alternativa.