Washington, 13 ago (.).- Un grupo de nueve congresistas demócratas puso este viernes en jaque la aprobación durante este mes en la Cámara Baja de EE.UU. de una resolución presupuestaria que permita impulsar después el plan de gasto social de 3,5 billones de dólares propuesto por la Casa Blanca.
Los nueve demócratas moderados amenazaron en una carta a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, con no votar a favor de esa resolución de presupuesto, aprobada ya en el Senado, a no ser que se vote antes sobre el plan de infraestructuras.
"No consideraremos votar a favor de una resolución presupuestaria hasta que el proyecto de ley de infraestructuras y empleos quede aprobado por la Cámara Baja y se convierta en ley", advirtieron los legisladores.
Ese aviso complica los planes de Pelosi, que solo puede permitirse perder tres votos de demócratas para aprobar esa medida presupuestaria y afronta presiones contrarias de las facciones moderada y progresista de su partido.
El ala izquierda de la formación, una facción mucho mayor que la moderada, pide a Pelosi lo opuesto que esos nueve congresistas: retrasar cualquier votación sobre el paquete de infraestructuras para poder aprobarla simultáneamente junto al plan de gasto de 3,5 billones y asegurar así que este último sale adelante.
La Cámara Baja volverá de su receso la semana del 23 de agosto y Pelosi tenía previsto impulsar en ese momento la resolución de presupuesto que ya aprobó el Senado esta semana, con el objetivo de que ambas cámaras ultimen el contenido del plan de gasto social antes del 15 de septiembre.
El objetivo de la presidenta de la Cámara Baja era tener tanto ese paquete de gasto como el de infraestructuras aprobados para finales de septiembre o principios de octubre, pero su estrategia podría hundirse si no consigue que salga adelante la resolución presupuestaria.
El Senado estadounidense ya aprobó esta semana el plan de infraestructuras, valorado en 1,2 billones de dólares, pero éste aún debe recibir el visto bueno de la Cámara Baja antes de que pueda firmarlo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y convertirse en ley.
La Cámara Alta dio también luz verde a la resolución presupuestaria que permitirá luego sacar adelante el plan de gasto social de 3,5 billones, pero todavía falta afinar los detalles de ese paquete, algo complicado porque también hay divisiones dentro de la estrecha mayoría demócrata en ese hemiciclo.
El paquete de gasto que impulsan los demócratas tiene como objetivo reforzar los servicios sociales familiares y los programas de salud y medio ambiente, además de abrir una vía a la ciudadanía para millones de indocumentados; medidas que quieren financiar mediante un aumento de los impuestos a los más ricos.
La carta de este viernes a Pelosi la firmaron tres congresistas demócratas latinos que representan a Texas -Filemón Vela, Henry Cuéllar y Vicente González-, además de los legisladores moderados Josh Gottheimer, Carolyn Bourdeaux, Jared Golden, Ed Case, Jim Costa y Kurt Schrader.
Todos ellos opinaron que el Congreso no puede "permitirse meses de retrasos innecesarios" para validar el paquete de infraestructura que ya está aprobado en el Senado, y debe responder al "clamor" en el país por las medidas que contiene ese paquete, que supone la mayor inversión en obras públicas en EE.UU. en una década.