Washington, 15 abr (EFE).- El ministro de Economía y Finanzas Públicas de Bolivia, Luis Arce, dijo hoy que el alza de los precios que está experimentando el país reducirá el contrabando de alimentos hacia naciones vecinas, como Perú y Chile.
Bolivia, que ha tenido históricamente unos de los costos más bajos de Latinoamérica, tendrá una inflación del 10,4 % en 2011, según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que la sitúa como el segundo país de la región con mayor incremento de los precios, sólo superado por Venezuela, con un 29,8 %.
El hecho de que suban los precios en Bolivia hará que el contrabando sea "menos atractivo" y que alimentos como la harina, el azúcar, el arroz y el maíz "no se vayan a otros países", explicó hoy Arce a Efe en el marco de su visita a Washington.
"Siempre hemos tenido los precios más bajos de Latinoamérica, por lo que, cuando suben los precios en nuestros países vecinos, se agudiza vertiginosamente el contrabando desde Bolivia hacia estas naciones", añadió.
El Gobierno de Evo Morales rechaza no obstante que la inflación alcance en 2011 el 10,4 %, como pronostica el FMI, e insiste en que el alza de los precios será del 6 %.
Las declaraciones de Arce llegan en el noveno día consecutivo de huelgas, marchas callejeras y disturbios en Bolivia, liderados por la Central Obrera Boliviana (COB).
La COB, la mayor organización sindical del país y antes aliada de Morales, exige aumentos salariales mayores al 10 % que el mandatario decretó en febrero sólo para cuatro sectores clave: militares, policías, maestros y trabajadores de la salud.
Arce subrayó a este respecto que el Gobierno no va a reconsiderar su decisión porque "los salarios se han incrementado por encima de la inflación de 2010, que fue del 7,18 %" y también porque Bolivia "no puede gastar todo el dinero en sueldos".
"No podemos arriesgar otras partidas que son necesarias, como las inversiones públicas y el dinero destinado a programas sociales", dijo el ministro.
Arce quitó hierro a las protestas al asegurar que responden al proceso electoral inminente que se vivirá en el seno de la COB, de manera que los manifestantes, a su juicio, están "utilizando el conflicto para hacer campaña".
El responsable de Economía atribuyó también los disturbios a "sectores radicales que hacen el juego a la derecha, que quiere desestabilizar al Gobierno actual". EFE