Brasilia, 8 dic (.).- La inflación en Brasil fue del 0,28 % en noviembre pasado, lo que lleva la tasa acumulada en lo que va de año al 2,50 % y eleva la variación interanual al 2,80 %, informó hoy el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El avance de los precios se desaceleró en relación con el pasado mes de octubre, cuando había sido del 0,42 %, pese a que los analistas del mercado financiero esperaban un índice igual o superior para noviembre.
Según los datos del IBGE, el 0,28 % registrado en noviembre representa el mejor índice para ese mismo mes desde 1998, cuando la tasa había alcanzado un 1,23 %.
El resultado de noviembre deja la tasa de inflación acumulada desde enero dentro de la meta trazada por el Gobierno, que es de un 4,5 % anual, aunque con un margen de tolerancia del 1,5 %, que la sitúa en un mínimo del 3 % y un máximo del 6 %.
En opinión de muchos expertos, entre otros factores, la baja inflación es producto del impacto negativo que tuvo en el consumo la grave crisis en que Brasil se sumergió entre 2015 y 2016, período en el que su economía se contrajo casi ocho puntos porcentuales.
A pesar de que este año se confirmó el fin de la recesión, los impactos de esa crisis aún persisten y contribuyen a contener el aumento de los precios.
Aún así, la baja inflación también ha permitido al Banco Central impulsar una fuerte caída de las tasas de interés de referencia, que esta semana fueron reducidas al 7 %, el menor índice de la historia del país.
Esa tasa permite aliviar la carga de los intereses de la deuda interna del Gobierno, pero tiene un impacto relativo en la actividad económica, que es mediatizado por los elevados intereses al consumo, que en el caso de tarjetas de crédito se sitúan en torno al 300 % anual.