MADRID (Reuters) - La senadora y exalcaldesa valenciana Rita Barberá defendió el jueves con vehemencia su inocencia y anunció que no dimitiría tras los casos de corrupción que han rodeado al Partido Popular de Valencia, en su primera aparición pública tras conocerse que un juez ha iniciado los trámites para investigarla.
"No soy una persona corrupta ni desde el punto de vista económico ni desde el punto de vista moral (...) Espero que cuando se levante el secreto de sumario se vea que son acusaciones infundadas, maliciosas y profundamente falsas", dijo Barberá. "Nunca me he quedado nada".
En una comparecencia en la que habló de haber sufrido un "inenarrable dolor anímico", calificó de "vomitivas" las acusaciones contra ella y dijo que el PP se había convertido en "el enemigo a batir".
"No dimito porque si dimito estaría asumiendo una culpabilidad de algo que no he hecho", añadió Barberá, que el año pasado perdió la alcaldía de Valencia después de ocupar el puesto durante más de 20 años.
"AFORAMIENTO NO ES INMUNIDAD"
El juzgado que investiga supuestos amaños de contratos en administraciones públicas valencianas pidió el martes al Senado que confirmara que Barberá tiene la condición de aforada, lo que implica que sólo puede ser investigada por el Tribunal Supremo y no por un juzgado de instrucción.
"El aforamiento no significa ni inmunidad, ni impunidad, ni blindaje para ser juzgada", dijo Barberá al respecto, acusando a la izquierda de una campaña mediática para desacreditar al Tribunal Supremo.
Las declaraciones de Barberá llegan después de que el presidente en funciones, Mariano Rajoy, rechazara presionarla y pidiera paciencia para esperar a ver si era acusada, diciendo que la veterana política del PP le había asegurado su inocencia.
El escándalo de supuesta financiación ilegal del PP en Valencia y también en Madrid ha provocado divisiones internas en el partido, con algunos responsables pidiendo una "purga" contra la corrupción en el partido.
"A los compañeros de partido que me han dicho que me vaya, con la mayoría de ellos he hablado y con toda la sinceridad, en unos casos por juventud y en otros por otras razones, los he encontrado precipitados", ha asegurado Barberá. "Pero yo les pido sosiego y templanza".
La última operación en Valencia se produjo en el marco del denominado "caso Imelsa" con decenas de detenciones, entre ellos el expresidente provincial del PP Alfonso Rus, y el registro de la sede del partido en Valencia.
Para agilizar los trámites y ante la cantidad de investigados, el juez decidió abrir una pieza separada del caso en el que investigará al PP local valenciano.
La Guardia Civil también detuvo esta semana en una operación diferente a Alfonso Grau, el fuera número dos de Barberá y exvicealcalde de Valencia, por un posible delito de tráfico de influencias que continúa siendo investigado.
Grau también es uno de los acusados en el llamado caso Nóos sobre supuestas irregularidades fiscales en los negocios del cuñado del rey Iñaki Urdangarin, cuyo juicio oral se está celebrando actualmente en Palma de Mallorca.
Los casos de corrupción que han salpicado al PP le han castigado a nivel nacional y regional. En las elecciones generales del pasado 20 de diciembre, el PP fue el partido más votado, pero perdió la mayoría absoluta y obtuvo un resultado con el que necesita un difícil pacto con otros partidos para gobernar.