París, 8 jul (.).- El ministro francés de Economía y Finanzas en funciones, Bruno Le Maire, advirtió este lunes de un riesgo de "crisis financiera" y de "declive económico" ante la posibilidad de que el Nuevo Frente Popular (NFP) de izquierdas se haga con el programa y aplique su programa electoral.
"La aplicación del programa de ruptura del NFP destruiría los resultados de la política que hemos llevado a cabo desde hace siete años y que ha dado a Francia trabajo, atractivo y fábricas", escribió Le Maire en un mensaje en su cuenta personal de X.
A su juicio, es un proyecto "exorbitante, ineficaz y del pasado" que además tiene una legitimidad "débil y de circunstancias".
La reacción del que ha sido en la práctica el 'número dos' de todos los gobiernos que ha tenido el presidente francés, Emmanuel Macron, desde su llegada al Elíseo en 2017, se produce después de que la coalición de izquierdas consiguiera el domingo el primer grupo de la Asamblea Nacional con 182 diputados.
Aunque es una cifra muy alejada de los 289 escaños que constituyen el mínimo de una mayoría absoluta, los cuatro partidos que la componen han reclamado a Macron que nombre como primer ministro al que ellos designen esta semana por haber terminado en primera posición.
En su programa económico figura una subida de más del 14 % del salario mínimo a 1.600 euros netos mensuales, un aumento del 10 % del salario de los funcionarios, el bloqueo de precios básicos, la anulación de la reforma de las pensiones de Macron o un aumento masivo del gasto público de 100.000 millones de euros el año próximo y de 150.000 millones anuales para 2027.
Eso se financiaría con impuestos a los ricos, en particular mediante el restablecimiento del Impuesto sobre la Fortuna (ISF) que suprimió Macron al comienzo de su mandato y más impuestos a las empresas y a los rendimientos del capital.
La convocatoria de elecciones legislativas anticipadas el Francia tras las europeas del 9 de junio, en las que la extrema derecha consiguió una victoria contundente, generó tensiones en los mercados en los días siguientes, que se tradujeron en caídas en bolsa, sobre todo de los valores bancarios, y un incremento de la prima de riesgo francesa.
Tensiones que se atenuaron conforme quedaron descartados primero el escenario de un triunfo de la izquierda por mayoría absoluta y luego el de la extrema derecha.
Le Maire también advirtió de un riesgo de "fractura ideológica" del país que podría dar lugar a un "agotamiento colectivo" y señaló que para evitarlo hay que responder "respuestas al enfado y a las inquietudes legítimas" de los 10 millones de votantes de la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen.
El ministro de Economía y Finanzas, que forma parte del ala derechista del macronismo, afirmó que en la situación actual de dispersión en la Asamblea Nacional, hace falta "coherencia y lucidez" y "volver a lo real" porque "Francia no puede ser espectadora" de los movimientos que vive el mundo.
"Todas las fuerzas políticas que creen en la economía de mercado, en el restablecimiento de las finanzas públicas, en la transición energética, en la construcción europea y en el restablecimiento sin falla de la autoridad del Estado deben salir de sus intereses de partido para continuar la indispensable transformación de nuestro modelo económico y social y afirmar nuestra potencial", concluyó.