En respuesta a la devastación causada por el huracán Helene, los legisladores de Carolina del Norte aprobaron por unanimidad el miércoles una nueva ley destinada a facilitar los procedimientos de votación para los residentes de la parte occidental del estado afectada por la tormenta. Esta legislación, que forma parte de un paquete más amplio de ayuda de emergencia, busca asistir a los afectados por el huracán del mes pasado, que dejó más de 100 fallecidos y causó extensos daños en la infraestructura, provocando inundaciones masivas y deslizamientos de tierra.
Las zonas más golpeadas por la tormenta son predominantemente republicanas. En los 25 condados declarados áreas de desastre tras el paso de Helene, el presidente Trump obtuvo aproximadamente el 62% de los votos, en comparación con el 51% del presidente Biden en el resto de Carolina del Norte. Esta situación ha intensificado las preocupaciones entre los aliados de Trump sobre una posible baja participación de votantes en estas regiones conservadoras de cara a las elecciones del 5 de noviembre.
Para abordar estas inquietudes, la campaña de Trump ha propuesto 10 medidas para facilitar la votación, incluyendo permitir a los votantes desplazados emitir sus votos en diferentes condados el día de las elecciones. Susie Wiles y Chris LaCivita, co-directores de la campaña de Trump, subrayaron la importancia de estas medidas para garantizar que los afectados por la tormenta mantengan sus derechos de voto.
El nuevo paquete legislativo otorga a las juntas electorales locales en los condados afectados la facultad de ajustar los horarios de votación, fusionar recintos, reubicar centros de votación y permitir que las papeletas de voto ausente se entreguen en cualquier junta electoral del condado o centro de votación, entre otros cambios. Democracy NC, una organización enfocada en el acceso al voto, respaldó las medidas, pero cuestionó por qué no se aplicaron en todo el estado, considerando que los esfuerzos de recuperación se extienden más allá de las regiones montañosas.
La urgencia de la situación se ve acentuada por los daños a los sitios de votación anticipada y los cortes de energía en curso que afectan a casi 80.000 clientes. La campaña de Harris también ha implementado medidas para garantizar que los votantes elegibles puedan participar de manera segura en las elecciones.
A pesar de los esfuerzos para facilitar la votación, persiste la preocupación entre los estrategas y operativos republicanos sobre los desafíos que enfrentarán los condados rurales republicanos para acudir a las urnas. La campaña de Trump ha estado analizando activamente la situación, y Michael Whatley, ex presidente del Partido Republicano de Carolina del Norte y actual presidente del Comité Nacional Republicano, ha expresado en privado preocupaciones sobre la participación de los votantes.
La reñida contienda en Carolina del Norte, donde Trump mantiene una estrecha ventaja de 0,9 puntos porcentuales según FiveThirtyEight, podría verse afectada por la pérdida de votos debido al huracán. Algunas estimaciones apuntan a una posible disminución de 10.000 a 20.000 votos netos para Trump.
Lara Trump, co-presidenta del RNC, ha estado instando a los donantes a contribuir a los esfuerzos de recuperación, destacando la importancia de restaurar la infraestructura para garantizar el acceso de los votantes. Mientras el estado continúa enfrentando las secuelas del huracán Helene, los cambios en los procedimientos de votación representan un paso significativo hacia asegurar que los residentes afectados puedan hacer oír sus voces en las próximas elecciones.
Reuters contribuyó a este artículo.
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