Céline Aemisegger
Bruselas, 18 may (EFE).- La Comisión Europea se ha mostrado hoy de nuevo flexible con los países incumplidores de los objetivos de reducción de deuda y déficit por razones "políticas y económicas", aunque para salvaguardar la credibilidad de las reglas comunitarias ha impuesto duros ajustes y no ha descartado aún eventuales multas.
La Comisión Europea (CE) publicó hoy sus recomendaciones económicas por país y tomó algunas decisiones fiscales.
La decisión más esperada era la que afecta a España y en cierta medida a Portugal, candidatos a una eventual sanción por incumplir sus objetivos de déficit, si bien la CE decidió aplazar su pronunciamiento al respecto hasta principios de julio y dar a cada uno un año extra para corregir sus desvíos.
Tampoco dio un paso más contra Italia por su abultada deuda, que se elevó en 2015 a un 132,7 % del PIB, la segunda mayor por detrás de Grecia, aunque revisará el cumplimiento de Roma de los compromisos asumidos en otoño.
Tanto Portugal como España ya recibieron con anterioridad de varias prórrogas de sus socios europeos para corregir su déficit.
Portugal tenía que hacerlo en 2015 pero cerró el ejercicio con un 4,4 % del PIB, incluido el impacto fiscal por el rescate de Banif (LS:BANIF), y España tenía que cumplir este año, pero en 2015 se desvío hasta el 5,1 % -si se cuenta la ayuda financiera a la banca- y se alejó definitivamente de poder situar el déficit en el 2,8 % en 2016.
El comisario europeo de Asuntos Financieros y Económicos, Pierre Moscovoci, advirtió de que recibirán "un año extra, uno solo", el último.
"Tenemos que tener en cuenta el pasado, pero también los compromisos asumidos a futuro y las exigencias son duras. Tenemos a dos países que pasaron por una crisis dura, las tasas de desempleo aun son muy elevadas, y ambos han hecho esfuerzos importantes en cuanto a las reformas", señaló Moscovici.
En lo que respecta al anuncio de que solo se tomará una decisión sobre una eventual sanción a Madrid y Lisboa en julio, una vez pasadas las elecciones generales en España el 26 de junio, el comisario recalcó que la CE "ha considerado que "no es el momento adecuado ni político ni económico para tomar esta medida"
Preguntado por cuándo entonces es el momento adecuado para dar un paso más en el procedimiento a la luz de la flexibilidad que aplica la CE en los últimos años y que también ha beneficiado a Francia, y si la Comisión no se convierte en vulnerable ante acusaciones de que está retorciendo las reglas o ablandándolas, Moscovici defendió que Bruselas está "determinada" a respetar las reglas.
"No son decisiones fáciles. Hagas lo que hagas podrías ser criticado desde el otro punto de vista", dijo.
"Queremos enviar la señal de que acatamos las reglas, pero también queremos apoyar el crecimiento con una política presupuestaria que se convierta en ligeramente expansionista", explicó el comisario.
Apuntó a "la ralentización del crecimiento mundial" y a la necesidad de la UE de "consolidar el motor para la recuperación interna desde el punto de vista económico y monetario".
España, que propuso situar el déficit público en el 3,6 % en 2016, tendrá que situarlo finalmente en el 3,7 % este año y en el 2,5 % en 2017 (frente al 2,9 % propuesto), y para ello tendrá que hacer ajustes por más de 8.100 millones de euros: un 0,25 % del PIB este año y del 0,5 % el próximo.
Portugal, por su parte, que quiso reducir el déficit al 2,2 % del PIB en 2016, tendrá que alcanzar un 2,3 %, lo que requerirá ajustes para mejorar el balance estructural del 0,25 % en 2016.
Igualmente tendrá que conseguir en 2017 un ajuste fiscal anual del 0,6 % del PIB.
En ambos casos se trata de exigencias "duras pero realistas y creíbles", consideró Moscovici.
En cuanto a Italia, que pidió la mayor flexibilidad posible a la CE dentro de lo que permiten las reglas, se ha comprometido a garantizar que el presupuesto para 2017 "esté globalmente acorde a las reglas y que el objetivo del déficit nominal del 1,8 % será respetado y un desvío importante evitado", explicó.
"Es un enfoque equilibrado y creemos que se trata de compromisos firmes que son muy concretos" en este caso, agregó.
La CE también ha recomendado que Bélgica y Finlandia, igualmente con problemas de deuda, sean considerados como generalmente cumplidores, y ha pedido cerrar el expediente por déficit excesivo a Chipre, Irlanda y Eslovenia.
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