Pekín, 13 oct (EFE).- China dobló su superávit comercial en septiembre respecto al mismo periodo de 2013, gracias al fuerte repunte de las exportaciones, que registró su mayor subida en 19 meses y compensó el aumento de las importaciones
Según informó hoy la Administración General de Aduanas, las ventas al exterior de China crecieron un 15,3 por ciento interanual hasta los 213.700 millones de dólares, mientras que las importaciones aumentaron un 7 por ciento, hasta los 182.700 millones.
El aumento de las exportaciones es el más alto en 19 meses y se sitúa muy por encima del de agosto (9,4 por ciento), y casi al mismo nivel que el de julio (15,4 por ciento), cuando contabilizaron su mayor incremento en más de un año.
Por su parte, la subida de las importaciones se produce después de dos meses consecutivos de caídas y es la mejor desde diciembre de 2013.
Gracias a estos datos, China incrementó su superávit comercial en más del doble en septiembre y respecto al mismo mes de 2013, al llegar a los 31.000 millones de dólares, después los 49.800 millones de dólares contabilizados en agosto.
El portavoz de la Administración General de Aduanas, Zheng Yuesheng, atribuyó la fuerte subida de septiembre a las medidas impulsadas por el Gobierno en mayo para estabilizar el comercio exterior, así como a la recuperación de la economía global.
"Esperamos que este fuerte impulso continúe en el cuarto trimestre", señaló Zheng en rueda de prensa, y aseguró que los exportadores se muestran más optimistas sobre los siguientes meses.
El volumen total de comercio exterior creció un 11,3 por ciento interanual hasta los 396.400 millones de dólares en septiembre.
En el periodo de enero a septiembre, el comercio exterior de China avanzó un 3,3 por ciento interanual hasta alcanzar los 3,16 billones de dólares, con un aumento de las exportaciones del 5,1 por ciento hasta los 1,7 billones y del 1,3 por ciento de las importaciones hasta los 1,46 billones de dólares.
En los tres primeros trimestres del año, el superávit comercial se expandió un 37,8 por ciento con respecto al mismo período del año anterior y se situó en 231.600 millones de dólares.
Por socios comerciales, la Unión Europea se mantuvo como el principal de China, con un comercio bilateral que alcanzó los 2,81 billones de yuanes (457.000 millones de dólares) de enero a septiembre, un 10,2 por ciento más que el mismo periodo del año anterior.
El comercio entre la primera economía mundial, EEUU, y la segunda, China, aumentó un 5,2 por ciento interanual hasta los 2,48 billones de yuanes (405.000 millones de dólares) de enero a septiembre.
En contraste con el optimismo oficial, el economista jefe del Banco Industrial, Lu Zhengwei, ofreció hoy otra visión sobre las perspectivas del comercio de China al advertir que "el regocijo (sobre las exportaciones) será corto y la tristeza volverá pronto".
Lu advirtió de que se producirá un descenso de las ventas al exterior en el cuarto y último trimestre año en base a la fluctuación del comercio.
Las exportaciones siguen siendo una base fundamental de la economía china, si bien las autoridades buscan ahora redirigir su modelo para reducir esta dependencia del exterior e incentivar el consumo interno.
La economía china ha vivido un año de sobresaltos, con exportaciones inestables y una desaceleración de la demanda interna que se ha sumado al enfriamiento del mercado inmobiliario, lo que ha motivado dudas de que la segunda economía mundial alcance su meta de crecimiento este año, fijada en el 7,5 por ciento.
Según una encuesta realizada a veinte economistas y publicada el pasado viernes, se espera que el crecimiento de China del tercer trimestre sea el "más flojo" en más de cinco años.
Los economistas estiman que el PIB de China creció a un ritmo anual del 7,3 por ciento en el tercer trimestre respecto al año anterior, la cifra más baja registrada desde el primer trimestre de 2009, cuando creció un 6,6 por ciento.
Un exconsultor del Banco Central Li Daokui explicó que la caída de la demanda de viviendas perjudicará las previsiones económicas de China y auguró que el PIB crecerá un 7,4 por ciento este año, por debajo de la meta fijada por el Gobierno, y un 7,3 por ciento en 2015.
Frente a estos comentarios, el primer ministro Li Keqiang volvió a defender este fin de semana desde Europa, donde se encuentra de viaje, que "la estabilidad del poder" es más importante para la economía china que "la rapidez del crecimiento".
"El desarrollo económico no es un sprint, sino una carrera de fondo, sin meta", señaló Li, quien consideró que para correr en esta maratón, "se necesita una cierta cantidad de velocidad, pero más importante es asegurar la resistencia y el aguante".