Pekín, 13 mar (EFE).- El Gobierno chino relajará las restricciones a la inversión extranjera en el sector servicios y las manufacturas, con vistas a acelerar la entrada de capital foráneo en el país, anunció hoy el ministro de Comercio chino, Gao Hucheng.
Pekín espera también alcanzar "tan pronto como sea posible" acuerdos de inversión bilaterales con la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, dijo Gao a los periodistas durante el pleno anual del Legislativo chino, en declaraciones reproducidas por la agencia oficial Xinhua.
China, avanzó el titular de Comercio, está elaborando un catálogo de inversiones que estará abierto a la participación de empresas extranjeras y en el que figuran las finanzas, la educación, la cultura, la logística y las manufacturas tecnológicas.
Gao explicó que el Ejecutivo busca potenciar la llegada de inversión extranjera al centro y el oeste de China, regiones menos desarrolladas que las zonas costeras del este y el sur, para que ayude a poner en marcha la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda.
Con este proyecto, que se inspira en la antigua ruta que atravesaba Europa y Asia para transportar seda y otras mercancías, Pekín quiere reforzar sus lazos económicos, políticos y culturales con los países de su entorno mediante la construcción de infraestructuras y corredores comerciales.
En este sentido, el ministro de Comercio destacó el papel que pueden jugar los tratados de inversión bilaterales que la potencia asiática negocia desde hace años con la UE y Estados Unidos, y confió en que culminen lo antes posible.
Además, Gao señaló que China acelerará las conversaciones con el bloque europeo y el país norteamericano para la creación de sendos tratados de libre comercio.
La inversión extranjera en China ascendió a 126.000 millones de dólares en 2015 -excluyendo el sector financiero-, con un aumento interanual del 5,3 %, según datos del Ministerio de Comercio.
Las agrupaciones de empresas europeas y estadounidenses en China han resaltado en sus informes que el gigante asiático está perdiendo atractivo como destino de inversión por las dificultades que tienen que superar las firmas foráneas para operar en el país y los menores beneficios derivados del enfriamiento de su economía.