Pekín, 17 jul (EFE).- El primer ministro chino, Li Keqiang, se comprometió a "seguir adelante" con la reestructuración económica a pesar de que China podría registrar en 2013 su crecimiento más bajo en trece años, informó hoy el rotativo "China Daily".
Li hizo estas declaraciones en una reunión con economistas y líderes empresariales ayer, martes, y aseguró que el cambio de modelo económico se hará "manteniendo un crecimiento estable".
"No debemos cambiar nuestra orientación política por los cambios temporales en los indicadores económicos", dijo el primer ministro, citado por el diario, después de que el lunes se conociera que el país asiático creció a una tasa del 7,5 por ciento durante el segundo trimestre.
China pretende cambiar su modelo económico para que sea menos dependiente de su competitividad exterior y de las inversiones del gobierno, centrando su crecimiento en la demanda interna del país y especialmente en el consumo doméstico.
Li subrayó que la economía china ha entrado en "una nueva etapa de desarrollo que da prioridad a la reestructuración y a la modernización tecnológica" y, con respecto a los indicadores económicos, señaló que "deben crecer dentro de un rango razonable, con un nivel de empleo adecuado y una inflación baja".
Según el rotativo, el primer ministro se mostró convencido de que China puede alcanzar este año su meta de crecimiento mínima -situada en el 7,5 por ciento- "sin la necesidad de un programa de estímulo similar al que se puso en marcha durante la crisis financiera mundial en 2008".
"El país puede tolerar la actual tasa de crecimiento económico y debe mejorar la calidad de este crecimiento", dijo Li a los empresarios.
Sin embargo, también añadió que, en caso de que el crecimiento cayera más allá del límite aceptable para el Gobierno, "se podrían llevar a cabo pequeños ajustes" y que, en este sentido, "hay muchas opciones".
El nuevo Gobierno chino, encabezado por Li Keqiang, se ha mostrado dispuesto a llevar a cabo una reestructuración económica desde que asumió el cargo el pasado marzo y varios analistas aseguran que el Ejecutivo está dispuesto a sacrificar décimas de producto interior bruto (PIB) a corto plazo para garantizar un crecimiento sostenido a largo plazo. EFE
Li hizo estas declaraciones en una reunión con economistas y líderes empresariales ayer, martes, y aseguró que el cambio de modelo económico se hará "manteniendo un crecimiento estable".
"No debemos cambiar nuestra orientación política por los cambios temporales en los indicadores económicos", dijo el primer ministro, citado por el diario, después de que el lunes se conociera que el país asiático creció a una tasa del 7,5 por ciento durante el segundo trimestre.
China pretende cambiar su modelo económico para que sea menos dependiente de su competitividad exterior y de las inversiones del gobierno, centrando su crecimiento en la demanda interna del país y especialmente en el consumo doméstico.
Li subrayó que la economía china ha entrado en "una nueva etapa de desarrollo que da prioridad a la reestructuración y a la modernización tecnológica" y, con respecto a los indicadores económicos, señaló que "deben crecer dentro de un rango razonable, con un nivel de empleo adecuado y una inflación baja".
Según el rotativo, el primer ministro se mostró convencido de que China puede alcanzar este año su meta de crecimiento mínima -situada en el 7,5 por ciento- "sin la necesidad de un programa de estímulo similar al que se puso en marcha durante la crisis financiera mundial en 2008".
"El país puede tolerar la actual tasa de crecimiento económico y debe mejorar la calidad de este crecimiento", dijo Li a los empresarios.
Sin embargo, también añadió que, en caso de que el crecimiento cayera más allá del límite aceptable para el Gobierno, "se podrían llevar a cabo pequeños ajustes" y que, en este sentido, "hay muchas opciones".
El nuevo Gobierno chino, encabezado por Li Keqiang, se ha mostrado dispuesto a llevar a cabo una reestructuración económica desde que asumió el cargo el pasado marzo y varios analistas aseguran que el Ejecutivo está dispuesto a sacrificar décimas de producto interior bruto (PIB) a corto plazo para garantizar un crecimiento sostenido a largo plazo. EFE