Buenos Aires, 7 mar (EFE).- Las crecientes divisiones internas en el opositor Frente para la Victoria (FpV) quedaron expuestas hoy por las posiciones encontradas de varios legisladores kirchneristas ante la conveniencia de dar o no quórum en el Congreso argentino para tratar el proyecto de ley para el pago de deuda en mora desde 2001.
El titular del bloque del FpV en la Cámara de Diputados, Héctor Recalde, avanzó hoy que los diputados kirchneristas votarán en contra de habilitar el debate sobre la iniciativa gubernamental que prevé derogar leyes vigentes para pagar a acreedores con títulos de deuda no reestructurados que cuentan con un fallo favorable en tribunales estadounidenses.
"Es un hecho gravísimo volver a endeudar el país", afirmó Recalde sobre el proyecto de ley para justificar su negativa, en diálogo con radio Vorterix.
El senador kirchnerista Juan Abal Medina había aconsejado a Recalde que dé quórum a la iniciativa del Gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, para poder analizarla y discutirla.
"Le agradezco el consejo a (Juan) Abal Medina pero no lo voy a seguir, es una decisión tomada por el bloque", opinó hoy Recalde, al frente de un bloque de 81 diputados.
La supuesta unanimidad kirchnerista en la Cámara Baja quedó en entredicho poco después, cuando el gobernador de la provincia central de Entre Ríos, Gustavo Bordet, avanzó que pedirá a sus cinco diputados (por esa provincia) que habiliten el debate.
"Hay que dar el debate y si hay algo que no convence, hay que discutirlo dos veces. Argentina no puede seguir después de 15 años con un problema de default", dijo Bordet al medio AM 950 Belgrano.
Paralelamente, Abal Medina regresó a la arena mediática para expresar públicamente su disconformidad con Recalde.
"Yo no soy quién para decirle a los diputados lo que tienen que hacer, pero no me gusta la estrategia de no dar quórum", señaló el senador kirchnerista a Radio con Vos.
El gobernante frente conservador Cambiemos, primera fuerza en la Cámara Baja con 89 diputados, está obligado a pactar para alcanzar los 129 votos necesarios para habilitar el debate en el recinto.
El Gobierno de Macri busca derogar las leyes vigentes que impiden el pago de la deuda a acreedores con bonos no reestructurados en los canjes de 2005 y 2010 que demandaron al país suramericano ante tribunales estadounidenses y obtuvieron un fallo favorable para el cobro íntegro de su deuda.
Tras el cambio de Gobierno, el Ejecutivo alcanzó un principio de acuerdo con la mayoría de los fondos que representan los reclamos incluidos en el fallo del juez neoyorquino Thomas Griesa contra el país suramericano.
A estos acreedores, Argentina deberá pagar en efectivo antes del 14 de abril, dinero que el país planea conseguir mediante una emisión internacional de bonos por 11.684 millones de dólares.
Para poder hacerlo, el Congreso debe antes derogar las leyes Cerrojo y de Pago Soberano: la primera impide volver a negociar con los acreedores y mejorar la oferta realizada a los bonistas en los canjes de deuda de 2005 y 2010, mientras que la segunda desplazó de Nueva York a Buenos Aires la sede de pago.