Bruselas, 17 jun (EFE).- El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, afirmó hoy que las posibilidades de lograr mañana un acuerdo en las negociaciones que mantiene Grecia y sus socios sobre las reformas que el país deberá aplicar son "muy pocas", a la vez que mostró su rechazo a la condonación de la deuda helena.
Durante un debate en el Parlamento holandés, el también ministro de Finanzas de este país mostró su escepticismo sobre la posibilidad de que los titulares del ramo de la zona del euro logren un acuerdo durante el Eurogrupo que se celebra mañana en Luxemburgo, según la agencia neerlandesa ANP.
Dijsselbloem aseguró que los socios están esperando a que el Gobierno liderado por Alexis Tsipras plantee nuevas propuestas, pero que dado que éstas no han sido aún trasmitidas a los socios, los expertos técnicos no tienen tiempo para analizarlas antes del encuentro ministerial, lo que hace poco probable la toma de una decisión.
Las negociaciones entre las instituciones y las autoridades griegas se mantienen paralizadas ante las persistentes diferencias entre ambas partes, a menos de dos semanas de que expire la prórroga del segundo rescate concedido a Grecia.
Dijsselbloem consideró que las negociaciones están "bastante descarriladas" y calificó de "incorrectas e injustas" las declaraciones hechas por Tsipras este martes en el Parlamento heleno, en las que apuntó a la responsabilidad de las instituciones que formaban parte de la troika en la actual situación de Grecia.
El presidente del Eurogrupo señaló también que los socios siguen trabajando en el marco que ya se había definido previamente, "porque estamos en contra del principio de la cancelación de la deuda", según la agencia Belga.
Dijsselbloem insistió en que la cuestión crucial no es la deuda, sino la necesidad de reformas estructurales en el país, y destacó la necesidad de que Atenas adapte su sistema de pensiones, según la radiotelevisión holandesa NOS.
Desde la llegada al poder de Tsipras el pasado mes de enero, el Gobierno griego y sus socios mantienen negociaciones para pactar una nueva lista de reformas en la que Atenas sustituya parte de las condiciones acordadas por los anteriores Ejecutivos helenos.
Este acuerdo es necesario para que los acreedores autoricen el desembolso de los 7.200 millones de euros pendientes del rescate, pero las diferencias que mantienen con el Gobierno heleno sobre las medidas a tomar ha impedido por el momento llegar a un consenso.