Bruselas, 2 jul (EFE).- El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijssebloem, afirmó hoy que si los griegos optan por rechazar las propuestas de los acreedores y socios de Grecia en el referéndum convocado este domingo, se abrirá la cuestión de si el país debe permanecer en el euro o no.
"Estoy dispuesto a ayudar a los griegos, si los políticos griegos y el pueblo dicen que están preparados para aceptar algunas medidas. Si dicen que no quieren, entonces la cuestión es si queda aún lugar dentro de la zona del euro para Grecia", afirmó Dijsselbloem durante una comparecencia en el Parlamento holandés, según el diario neerlandés Volkskrant.
"Es una cuestión seria a tener en cuenta", añadió el también ministro de Finanzas de Holanda, quien advirtió de que un voto negativo en el referéndum convocado por el Gobierno heleno sobre las últimas medidas puestas encima de la mesa por sus acreedores no reforzará a Atenas en las negociaciones.
Dijsselbloem advirtió a los griegos que es una "ilusión pensar que van a lograr un mejor acuerdo si votan que no", según la radiotelevisión RTL.
El presidente del Eurogrupo afirmó que Grecia necesita "medidas drásticas" para mejorar su estructura económica y su presupuesto, por lo que si la población helena rechaza que se adopten este tipo de acciones, entonces los socios "no pueden ayudar" al país.
"La cuestión subyacente es si la población griega está dispuesta a tomar las medidas para (recibir) más ayuda", dijo Dijsselbloem, según la cadena NOS.
Dijsselbloem señaló también que las propuestas que Atenas someterá a consulta, las últimas acordadas antes de que el Gobierno heleno se levantara de la mesa de negociaciones y convocara el referéndum el pasado viernes, son "ya no son relevantes".
El Gobierno liderado por Alexis Tsipras someterá a la opinión popular la última oferta de sus socios sobre las medidas que Grecia tenía que aplicar dentro de las condiciones asociadas de su segundo rescate, que expiró en la medianoche del pasado martes.
Este documento podría ser utilizado como una base para las negociaciones de un nuevo tercer rescate, que ha sido demandado por Tsipras a sus socios, aunque la eurozona y las instituciones han afirmado que no mantendrán más conversaciones con Atenas hasta que se celebre el referéndum.
Dijsselbloem también advirtió de que puede pasar mucho tiempo antes de que los bancos helenos, que desde el lunes están sometidos a un corralito, puedan volver a operar con normalidad, y avisó de que si se reabrieran ahora, habría un "alto riego" de una huida de capitales, según RTL.