Cuacos de Yuste (Cáceres), 14 jun (.).- El expresidente del Banco Central Europeo (BCE) y exprimer ministro italiano, Mario Draghi, ha defendido este viernes recurrir a subvenciones, subsidios y aranceles para "compensar las ventajas injustas" creadas por las políticas proteccionistas y la competencia desleal, y para atraer inversión extranjera.
Draghi ha recibido el Premio Carlos V en el Monasterio de Yuste (Cáceres) de manos de Felipe VI como reconocimiento al papel que tuvo al frente del BCE para salvar el euro tras el impacto de la crisis financiera de 2008.
“No queremos ser proteccionistas, pero tampoco podemos ser pasivos si las acciones de los demás amenazan a nuestra prosperidad (…) Nos obliga a reducir nuestra dependencia de países en los que ya no podemos confiar”, ha advertido Draghi sin citar ninguno en concreto.
No obstante, ha considerado que la imposición de subsidios y tasas al comercio debe hacerse de forma "cauta", combinarse con incentivos para que no haya deslocalizaciones industriales y ser equilibrados con los intereses de los consumidores.
Draghi ha animado a los Veintisiete a hacer una evaluación común de los riesgos geopolíticos y a adoptar un enfoque diferente sobre su capacidad industrial en sectores como la defensa, el espacio, el farmacéutico o los minerales críticos para garantizar los suministros en sectores claves.
Ha apremiado además a crecer “más rápido y mejor” y para ello ha abogado por aumentar la productividad europea, que “lleva ralentizándose desde hace un tiempo”, y a crear un auténtico mercado energético en la UE.
También ha considerado urgente reducir el precio de la energía para que la gran desventaja competitiva con Estados Unidos no perjudique a las industrias y los consumidores.
Estos elevados precios llevan a reducir las inversiones y a que sean un obstáculo para que la producción sea más digital, puesto que la inteligencia artificial consume mucha energía, ha incidido.
Otras medidas por las que ha apostado han sido aumentar la inversión en I+D+i, retener talento, dar entrada a más trabajadores cualificados de fuera de la UE, reducir la burocracia para las empresas y coordinar los mecanismos europeos.
“Queda mucho margen de mejora (…) Confío en que tengamos la determinación, la responsabilidad y la solidaridad para defender nuestro empleo, nuestro clima, nuestros valores de equidad social e inclusión y nuestra independencia”, ha apuntado Draghi, quien en las próximas semanas presentará su informe sobre el futuro de la competitividad europea y del mercado único.
Draghi, de 76 años, ha reflexionado sobre el actual tablero internacional y en cómo la UE debe reaccionar para no quedarse atrás.
El modelo que aportó prosperidad en el pasado estaba diseñando, según el que fuera presidente del BCE entre 2011 y 2019, para un mundo de estabilidad geopolítica, pero ha lamentado que ahora esas relaciones “estén empeorando”.
También que las grandes potencias económicas operen cada vez más de forma unilateral, en lugar de con reglas multilaterales, lo que obliga a Europa a actuar.
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