FRÁNCFORT (Reuters) - El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dijo que se necesita una política monetaria flexible para lograr la estabilidad de precios en la zona euro y el Consejo de Gobierno está decidido a cumplir con este objetivo.
Tras la entrada en territorio negativo de los precios al consumo de la zona euro en diciembre por primera vez en cinco años, hay cada vez más dudas entre los dirigentes de política monetaria sobre si las medidas de estímulo aplicadas hasta ahora por el BCE bastan para evitar que la zona euro caiga en deflación.
Para alcanzar el objetivo de inflación del BCE a medio plazo -por debajo pero cerca del 2 por ciento-, el BCE debe "mantener los tipos de interés bajos y trabajar en pos de una política monetaria expansiva que acompañe el crecimiento", dijo Draghi a Die Zeit en un avance de una entrevista que se publicará el jueves.
También agregó que había diferencias en el Consejo de Gobierno acerca de cómo lograr el mandato del banco, "pero tampoco es que tenemos posibilidades infinitas", dijo.
El BCE podría ampliar sus compras de activos para incluir bonos soberanos y está preparando un programa de inyección de fondos en la economía que contemple dichas adquisiciones -lo que se conoce comúnmente como flexibilización cuantitativa (QE por sus siglas en inglés)- para la reunión de política monetaria del 22 de enero, en la que podría decidir dar el pistoletazo de salida al plan.
Los comentarios de Draghi llegan en el momento en el que un asesor de la corte superior de Europa ha emitido un dictamen en un caso judicial sobre la legalidad del programa de compra de bonos OMT del BCE -que se aprobó pero nunca se aplicó-, un fallo que podría afectar los planes de QE del BCE.
El asesor indicó que el programa está en consonancia con la legislación de la UE siempre que se cumplan ciertas condiciones en caso de ponerse en marcha y destacó que el BCE debe definir las razones para la introducción de medidas no convencionales.