Dublín, 8 dic (EFE).- El Banco Central Irlandés (ICB) predijo hoy que el Producto Interior Bruto (PIB) de este país crecerá un 5,8 % en 2015 y un 4,7 % en 2016, a pesar de que la desaceleración de la economía china podría afectar a la estabilidad de los mercados financieros internacionales.
El ICB recoge esa previsión en el "Análisis de Macrofinanzas" que elabora cada semestre y en el que alerta sobre el impacto del parón experimentado en el crecimiento de China y en el de otros países emergentes, más pronunciado de lo esperado en su informe del pasado junio.
En este contexto de "creciente incertidumbre" respecto al futuro de la economía internacional, el Banco Central advirtió de que los inversores podrían "tomar riesgos excesivos" para obtener altas rentabilidades en un clima "de tipos de interés muy bajos", lo que podría poner en dificultades al sector financiero global.
"Podría darse una caída rápida del precio de los activos si cambia la opinión del inversor, si suben los tipos de interés oficiales u ocurre algún evento financiero o económico adverso", señaló en el documento el ICB.
La entidad emisora indicó que la economía irlandesa está "poco expuesta" a la desaceleración de los mercados emergentes, si bien recordó que sí sufrirían efectos negativos sus socios comerciales tradicionales, como la Unión Europea (UE), el vecino Reino Unido y Estados Unidos.
En este sentido, el ICB confesó que sus "perspectivas" para la economía global han empeorado desde su último informe en junio, mientras que "han mejorado" para la economía irlandesa durante ese mismo periodo.
"El regreso de una fuerte demanda interna es evidente, al tiempo que ha ayudado la mejoría experimentada por el mercado laboral y el aumento de los salarios, lo que ha reportado beneficios directos para los hogares irlandeses", destacó.
El "sector corporativo no financiero", según el informe, está registrando un "fuerte crecimiento de las exportaciones", mientras que la inversión "crecerá significativamente en 2015 y 2016".
Por contra, la actuación de la economía china y de sus mercados financieros han sido el centro de atención en los últimos meses, con una caída de su crecimiento que ahora parece que está siendo más pronunciado de lo esperado.
Respecto a la zona euro, el ICB confirmó que su "crecimiento continúa siendo moderado" y sus tasas de inflación bajas, lo que "refleja, en parte, la caída de los precios de las materias primas".
"La continuada baja inflación y el tenue crecimiento económico no contribuyen a mejorar la sostenibilidad de la deuda soberana y corporativa de la zona euro", concluyó la entidad bancaria.