Madrid, 22 dic (EFE).- La economía española cerrará 2015 con un crecimiento del 3,2 %, según ha anticipado hoy el Banco de España, que ha mejorado sus previsiones de PIB para este año y 2016, aunque advierte de que la principal fuente de incertidumbre está asociada al curso de la política económica.
El último boletín económico del Banco de España indica que el PIB habría crecido el 0,8 % en el último trimestre del año, en línea con el alza del trimestre anterior, y señala que la evolución de la actividad económica a final de año es "ligeramente más favorable" de lo anticipado en su último informe de septiembre.
"La modesta desaceleración del PIB observada en la segunda mitad del año, en todo caso, no altera el escenario central de mantenimiento de un crecimiento sostenido a lo largo de los próximos trimestres", afirma el organismo, que augura que en 2016 el PIB se incrementará el 2,8 %, una décima más de su previsión inicial.
No obstante, las estimaciones de PIB del Banco de España para este año y el que viene se sitúan por debajo de las previstas por el Ejecutivo (3,3 % en 2015 y 3 % en 2016) y apunta al riesgo de que una nueva política económica no continúe acometiendo reformas estructurales, lo que podría incidir negativamente en las decisiones de consumo e inversión.
También señala la necesidad de corregir eventuales desviaciones en la ejecución de los planes presupuestarios de las Administraciones Públicas, "cuyo cumplimiento es esencial para preservar la confianza de los agentes".
En este sentido, el informe considera que el cumplimiento del objetivo de déficit público para este año marcado en el 4,2 % del PIB requiere una mejora de 1,6 puntos porcentuales con respecto al año anterior, aunque no descarta que las desviaciones de las Comunidades Autónomas y de la Seguridad Social puedan compensarse con una mejor evolución en las cuentas de los Ayuntamientos y de la Administración Central.
El Banco de España espera que el dinamismo de la economía continúe en 2016, pese a que su ritmo de avance será algo inferior al de 2015, como consecuencia de la moderación de algunos impulsos que repercutieron de forma favorable este año, como la caída del precio del petróleo.
El crecimiento del PIB en el último trimestre del año se sustenta en la fortaleza del consumo de las familias, que se ha visto alentado por las mejores condiciones financieras y por el adelantamiento de la bajada del IRPF al mes de julio, así como por el reintegro de una cuarta paga parte de la paga extra suspendida a los funcionarios en 2012.
En el cuarto trimestre del año, el empleo ha mantenido un "elevado" dinamismo y habría crecido el 0,7 % en tasa intertrimestral.
Para 2016, la entidad señala que el crecimiento del PIB seguirá sustentándose en el empuje de la demanda interna, para la que estima una contribución de 3,6 punto al PIB en 2015, y de 3,1 puntos para 2016.