Tokio, 17 feb (EFE).- El Banco de Japón (BoJ) analizará a partir de hoy, durante su reunión mensual de dos días, los efectos de la bajada de los precios del petróleo sobre los objetivos de inflación marcados por la entidad.
Se espera que el BoJ mantenga intacta su política monetaria ultraflexible, activada en abril de 2013 con el objetivo de lograr en 2015 una inflación interanual estable, en torno al 2 por ciento, para cerrar así un ciclo de caída de precios de dos décadas.
Los analistas nipones han advertido sobre la dificultad de alcanzar esta meta debido a la presión a la baja que ha ejercido sobre los precios el abaratamiento del crudo.
De hecho, el pasado diciembre el Índice de Precios al Consumo (IPC) alcanzó su nivel más bajo en los últimos 18 meses, si se excluye el impacto de la subida del IVA que entró en vigor en abril.
El propio gobernador del banco central nipón, Haruhiko Kuroda, admitió el mes pasado que el plazo fijado para alcanzar el objetivo de inflación "podría variar" debido a la caída del precio del barril del petróleo.
En cualquier caso, el BoJ no contempla por ahora tomar medidas adicionales de flexibilización monetaria y confía en que se produzca una aceleración de la inflación, según dijeron fuentes de la entidad a la agencia Kyodo.
El pasado octubre, la entidad incrementó el ritmo al que inyecta liquidez en el sistema hasta los 80 billones de yenes (550.144 millones de euros) anuales para alcanzar ese objetivo.
El banco central nipón también evaluará la evolución de la economía nipona, tras los datos publicados ayer que muestran un repunte del producto interior bruto (PIB) de Japón en octubre-diciembre.
La tercera economía del mundo avanzó un 0,6 por ciento con respecto al trimestre anterior y un 2,2 por ciento a ritmo anual, según los datos del Ejecutivo nipón, una evolución positiva que ya preveían los analistas aunque está por debajo de lo esperado.
En su informe del mes pasado, el BoJ señaló que la economía nipona "mantiene su tendencia de recuperación moderada" a pesar de los indicadores que muestran una persistente debilidad del consumo privado.
Aún así, los datos macroeconómicos presentados por el Gobierno trajeron al menos una buena noticia para la junta de política monetaria del BoJ, ya que por primera vez en 17 años el deflactor para todo el año mostró un avance (aumentó un 1,6 por ciento).
Economistas locales han señalado que, pese a ser un año en el que subió IVA, el dato de 2014 apunta a que la actual estrategia podría estar dando frutos tras casi dos años de flexibilización monetaria a gran escala.