Tokio, 18 nov (EFE).- El Banco de Japón (BoJ) comenzó hoy su reunión mensual de dos días con el objetivo de analizar la contracción de la economía nipona en julio-septiembre que reflejaron los datos macroeconómicos publicados ayer por el Gobierno.
En contra de los pronósticos de la mayoría de analistas, el producto interior bruto (PIB) de Japón se encogió un 0,4 por ciento con respecto al trimestre abril-junio y un 1,6 por ciento anualizado, ante el persistente efecto negativo de la subida del impuesto sobre el consumo llevada a cabo el pasado abril.
Se espera que el BoJ mantenga intacta tras la reunión su política monetaria ultraflexible, activada en abril de 2013 con el objetivo de lograr en 2015 una inflación interanual estable de en torno al 2 por ciento y cerrar así un ciclo de caída de precios de dos décadas.
De hecho, el mes pasado la entidad aceleró el ritmo al que inyecta liquidez en el sistema hasta los 80 billones de yenes (550.144 millones de .926 millones de dólares) anuales para alcanzar ese objetivo.
El banco central nipón, que en su último informe de perspectiva económica recortó del 1 al 0,5 por ciento su estimación de crecimiento para Japón en el actual ejercicio, afirmó en dicho documento que el ciclo de recuperación persistiría gracias al robusto rendimiento corporativo.
Pero los últimos datos macroeconómicos probablemente lleven a la junta de política monetaria del BoJ a evaluar desde otro prisma el escenario económico actual de Japón y a estudiar si debería o no modificar sus actuales previsiones de crecimiento para el PIB del archipiélago.